Caries en niños pequeños (Cont.)
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¿Podría afirmarse que es una enfermedad infecto-contagiosa?—Sí, se transmite a través de la saliva, por lo que las personas próximas a los niños deben mantener una buena salud bucal.
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¿A qué se refieren específicamente los estomatólogos cuando hablan de la “caries de biberón”?—Son las caries que se presentan en niños pequeños con hábitos de tomar los alimentos azucarados mediante un biberón durante períodos prolongados.
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¿Existen medidas de prevención que se puedan establecer?—Sí. Entre ellas se destacan las dirigidas a la educación de la población para mejorar sus hábitos higiénicos y nutricionales y aquellas encaminadas a incrementar la resistencia de los dientes con la utilización de compuestos fluorados, ya sea por vía tópica (cremas dentales, enjuagatorios de flúor, aplicaciones de laca-flúor), o la sistémica como la ingestión de sal común fluorada.
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¿Y en cuanto a los cuidados en general que requiere la boca desde los primeros estadios de vida?—La lactancia materna en primer lugar contribuye notablemente al desarrollo del aparato masticatorio.
Después se debe realizar la limpieza de la cavidad bucal del recién nacido mediante la utilización de una gasa limpia embebida en agua hervida. Evitar la ingestión de dulces y caramelos fuera de las comidas y realizar el examen bucal anual por el estomatólogo.
—¿A qué edad como promedio debe iniciarse el cepillado de los dientes? ¿Y el uso de dentífricos?
—Los dientes deben cepillarse tan pronto broten en la boca del niño y después de cada alimento. El dentífrico debe incorporarse cuando el niño esté apto para su manipulación.
—¿Sería ocioso preguntar cómo cepillarnos?
—La forma de cepillarse debe ser de la encía al diente, siempre durante 3 minutos. La frecuencia debe ser después de cada comida y antes de acostarse, que es la más importante, sin olvidar el cepillado después del desayuno.
—¿Transcurrido qué tiempo como máximo de haber ingerido algún alimento es recomendable cepillarnos los dientes?
—Antes de los 20 minutos posteriores a la ingestión de alimentos, tiempo que necesitan los microorganismos para producir el ácido que actúa sobre el esmalte del diente y produce la desmineralización y, con ello, el inicio de la caries.