—¿Es posible conocer por alguna manifestación, tanto en los hombres como en las mujeres, que somos portadores de un VPH?
—Sí, en lo fundamental cuando aparecen verrugas muy similares a una cresta de gallo (condilomas acuminados) en la zona anogenital, aunque comúnmente en ninguno de los dos sexos la infección por los VPH manifiesta síntomas
—¿Son curables?... ¿Y prevenibles?
—Las lesiones son curables. Podríamos decir que la mayoría de la infecciones por VPH son transitorias, y tienen una respuesta de regresión espontánea en unos meses. Alrededor del 90 % se eliminarán en dos años sin tratamiento.
En cuanto a la prevención contribuye sobre todo el uso del condón y evitar las conductas sexuales de riesgo.
—¿El proceso de desarrollo suele ser lento o rápido?
—Es de evolución lenta y pasa por dos fases: la preinvasiva, conocida como NIC (Neoplasia Intraepitelial Cervical); y la invasiva (cáncer propiamente). De la infección viral a la lesión invasora puede transcurrir de 10 a 20 años.
Como puede apreciarse hay tiempo suficiente para diagnosticarlo en una fase curable. No todas las NIC evolucionan hacia el cáncer, inclusive algunas desaparecen. Pero sí está bien definido cuáles son las que deben recibir tratamiento.
—¿Qué les diría a nuestras mujeres?
—Para ganarle la batalla a este flagelo es vital que se realicen la prueba citológica cada tres años en las edades comprendidas entre los 25 y 64, acudir a la Consulta de Patología de Cuello si tienen una prueba citológica anormal y solicitar atención ginecológica si presentan sangramiento poscoito, o genital anormal, y leucorrea (flujo).
Existe una estrecha relación entre una nutrición adecuada y la prevención de diferentes tipos de cáncer y otras enfermedades comunes y muy peligrosas como la obesidad, las enfermedades cardíacas y la diabetes.
La variedad en el color de los vegetales y las frutas que consumimos...