—¿A qué edades como promedio hacen su aparición? ¿Se manifiestan igualmente en hombres y en mujeres?
—Aparecen con mayor frecuencia en la adolescencia. Las mujeres la padecen más que los hombres.
—¿Cuáles son sus síntomas y signos fundamentales? ¿Cuánto duran como promedio?
—La manifestación fundamental es la pérdida de conciencia de breve duración (segundos a pocos minutos), con disminución del tono muscular, que provoca desfallecimiento y caída al piso, y puede estar precedida por mareos, taquicardia, náuseas, sensación de cansancio o sueño, palidez, sudoración, dolor abdominal y trastornos progresivos de la visión. La recuperación es usualmente muy rápida y no quedan secuelas neurológicas.
—¿Con qué otras dolencias podrían confundirse?
—Con crisis de hipoglicemia, enfermedades cardiovasculares (arritmias, valvulopatías), algunos tipos de epilepsia, simulación de pérdida de conciencia y crisis histéricas.
Es muy importante descartar la existencia de estas afecciones, pues esto cambiaría el manejo del paciente.
—¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza?
—Es fundamentalmente clínico, basado en el interrogatorio del paciente y de los acompañantes que hayan presenciado el episodio, y el examen físico.
—¿Tienen tratamiento?
—No. Ahora bien, evitar los factores desencadenantes ya mencionados, puede prevenir, o disminuir, estas crisis.
—¿Cómo actuar ante una persona con una aparente crisis vagal?
—Si tenemos certeza de que es realmente un síncope vasovagal, no es necesario tomar medidas médicas específicas, porque la recuperación será espontánea.
Es importante asegurar al paciente, familiares y amigos sobre la naturaleza benigna de este proceso.
El alcohol puede afectar una zona del cerebro llamada corteza frontal.
Prácticamente no existe en el mundo un solo alcohólico feliz de serlo; si al alcance de su mano estuviese una tableta capaz de curarlo instantáneamente de esa fatídica adicción, no vacilaría un solo instante en...