--Frecuentemente se confunde en sus inicios y es la evolución la que confirma el diagnóstico o lo refuta. El doctor Segundo Mesa, del Hospital Psiquiátrico de La Habana, viene trabajando en una prueba sanguínea para hacer más objetivo el diagnóstico.
--¿Cuál es su incidencia mundial? ¿Y en nuestro país?
--Aparece en una de cada cien personas sin diferenciar país, cultura, sexo, color de la piel, escolaridad, nivel socioeconómico.
--¿Es curable o evoluciona inexorablemente hacia la cronicidad?
--Alrededor de un 33% se cura, otro 33% se estabiliza con síntomas residuales moderados, otro 33% requiere hospitalizaciones repetidas y atención comunitaria consistente, y el uno por ciento hace una evolución continua que requiere hospitalización mantenida. El diagnóstico y tratamiento precoces, y el desarrollo de nuevos recursos terapéuticos, mejorarán estas cifras y en un futuro no muy lejano esperamos alcance su curación.
--¿Cuál es el tratamiento de elección?
--Exige del equipo de salud el manejo calificado de la relación con el paciente y su familia, y de recursos biológicos, psicológicos y sociales. También el apoyo del médico y enfermera de familia y la participación activa de la comunidad y sus organismos de masas.
--¿Presentan los esquizofrénicos algún biotipo especial?
--El que más frecuentemente se asocia a la enfermedad es el leptosómico (personas delgadas con extremidades largas), pero puede ser otro.
--Saber que en las familias muy exigentes y que inconscientemente rechazan al paciente la evolución es muy desfavorable, y que el alcohol y otras drogas son factores desencadenantes de la enfermedad en muchas personas, que de no tener esos hábitos nunca la hubiesen producido.
--¿...?
--Que junto a los recursos médicos estos pacientes necesitan comprensión, afecto, solidaridad y respeto y que debe hacerse todo lo posible por mantenerlos vinculados a la comunidad, pues las relaciones humanas, el trabajo, el deporte, la recreación y el arte resultan factores básicos en su rehabilitación.
Sin duda alguna la relación con esos pacientes pone a prueba el desarrollo de la espiritualidad de cada uno de nosotros, cualquiera sea el papel que desempeñemos en su ayuda.
Cien años atrás, Kraepelin, el psiquiatra alemán que descubrió la enfermedad, dijo que el grado de humanismo de un pueblo podía medirse por la forma en que tratara a sus enfermos mentales.
Y debemos recordar que uno de los primeros actos de Gobierno de nuestra Revolución fue designar al doctor Eduardo B. Ordaz como director del antiguo Hospital de Dementes de Cuba (hoy Psiquiátrico de La Habana) para superar las catastróficas condiciones de vida de los enfermos en la Cuba prerrevolucionaria.