Estrabismo congénito (Cont.)
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¿Antecedentes familiares de esta enfermedad constituyen un factor de riesgo en la aparición de un estrabismo congénito? —Sí, aunque no están esclarecidas aún por la ciencia las causas que lo originan.
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¿Podría señalar qué exámenes se requieren para llegar al diagnóstico? —Es un proceder oftalmológico simple: la desviación ocular se detecta con el auxilio de una fuente de luz que nos ayuda a determinar si los ojos se encuentran o no en paralelismo. En general el diagnóstico de certeza lo realiza el oftalmólogo, pero están en capacidad de hacerlo también los pediatras y los especialistas en Medicina General Integral.
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¿El tratamiento comporta siempre la corrección quirúrgica del estrabismo? —Habitualmente la terapéutica del estrabismo congénito incluye la corrección quirúrgica. Es importante que las familias conozcan que mientras más precozmente se practique la intervención, a partir de los seis meses de edad, se obtendrán los mejores resultados visuales para el paciente.
—¿Puede quedar alguna secuela como consecuencia de la operación?
—No.
—¿Existe algún otro trastorno visual que pueda “simular” un estrabismo?
—Sí. Por ejemplo, un puente nasal muy ancho, o la presencia de un pliegue de piel en el ángulo interno de los párpados. Por ello, ante cualquier duda médica el paciente debe ser remitido a un especialista en Oftalmología Pediátrica.
—Si valora como importante algún comentario final...
—Quisiera subrayar que el estrabismo congénito no es únicamente un problema estético, sino que puede interrumpir el desarrollo de la visión en el niño. Ello se debe a que esta dolencia impide el adecuado desarrollo de la visión y de la integración de las imágenes en el cerebro, y tiende, por tanto, a convertirse en una causa de disminución marcada de la agudeza visual. De ahí la importancia de un diagnóstico rápido y un tratamiento correcto.