Enfermedad de Peyronie (Cont.)
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¿Se asocia en ocasiones con otros trastornos?—Sí, de la sexualidad, sobre todo por el efecto psicológico que origina esta deformidad, tanto para el paciente como para su pareja.
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¿Requiere de algún proceder en especial para establecer el diagnóstico de certeza?—No, el diagnóstico es fundamentalmente clínico.
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¿Cuál es el proceso de avance de esta curvatura peniana?... Lenta, rápida…—Su evolución es lenta, transcurre durante meses o años. Ahora bien, es esencial que el paciente conozca que no se trata de una enfermedad maligna y sepa también que, sin que medie incluso ninguna intervención, en alrededor de un 65% de estos pacientes se produce una regresión espontánea de la enfermedad o se mantienen estables.
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¿Existen tratamientos farmacológicos, de terapia física, quirúrgicos?—No existe terapéutica curativa para la mayoría de estos pacientes. La terapia física (ultrasonido, láser, ondas de choques) no ha demostrado ser efectiva por si sola, y la cirugía sigue siendo un tratamiento paliativo para corregir curvaturas importantes del pene, sin que ello represente la cura.
Es imprescindible, por tanto, el apoyo psicológico y el conocimiento por los pacientes de la historia natural de su enfermedad.
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¿Cuál emplea de preferencia en su práctica médica?—Actualmente utilizamos un tratamiento con propóleos de forma oral, con resultados alentadores, según estudios realizadas por el investigador cubano Manuel Lemourt y publicados en Archivos Españoles de Urología.
El propóleos tiene propiedades antinflamatorias, antifibróticas, entre otras, y favorece los mecanismos inmunitarios del organismo.
—Si nos quedara espacio y algo esencial por añadir…
—Indicar que ante cualquier evidencia de dolor, inflamación, palpación de una placa fibrosa o deformidad del pene, debemos acudir a un especialista en Urología, a fin de establecer un tratamiento precoz y evitar con ello mayores daños al tejido peniano.