—¿Una y otra pueden ser un hecho situacional, incluso con una pareja en específico?

--Sí

––¿Transcurrido qué período se puede etiquetar a un hombre con alguna de estas disfunciones?

––Pasados seis meses de presentar con persistencia estos trastornos.

––¿Son alteraciones que aparecen en la adolescencia o la adultez?

—En ambas etapas de la vida.

—¿Requiere algún aprendizaje o experiencia el ganar en capacidad de “dominar” el momento deseado para la eyaculación?

—Sí. Regularmente un cierto número de hombres en sus primeras experiencias sexuales eyaculan de forma rápida, o retardada, atendiendo a su inexperiencia o a un aprendizaje inadecuado, lo que necesariamente no es síntoma de que exista un trastorno en esta esfera.

—Pensar: “con el tiempo esto se me va a pasar”, ¿o consultar al médico? ¿A qué especialista acudir?

—Dejar pasar el tiempo puede traer complicaciones tanto en la esfera de la erección como en la del deseo, lo que conduciría a un deterioro en la calidad de vida de estas personas y su pareja.

 

Es recomendable, por tanto, acudir a las consultas de orientación y terapia sexual. Ambos trastornos —la eyaculación precoz y la retardada— pueden ser resueltos en un porcentaje elevado.

—¿Qué procederes se emplean para el tratamiento de estas disfunciones? ¿Incluyen también a la pareja?

—En la eyaculación precoz se pueden utilizar, separadamente o de forma combinada, terapéuticas psicológicas, fármacos orales y anestésicos externos aplicados en el pene. La pareja constituye parte fundamental de cualquiera de los tratamientos empleados. No debemos olvidar que el acto sexual es una relación que se establece entre dos personas, por lo que las indicaciones médicas van dirigidas a ambos. En el tratamiento de la eyaculación retardada se usan los mismos procederes, excepto la aplicación de la anestesia local.

—De acuerdo con su experiencia, ¿existen “remedios caseros” a los que se acude antes de consultar al médico?

—Algunos pacientes me refieren en consulta que, como “remedios”, ingieren alcohol, “piensan en otra cosa” durante el acto sexual, se masturban antes de iniciar las relaciones con su pareja, fundamentalmente. Estos procederes no resultan efectivos como tratamiento para la eyaculación precoz. Es importante por ello la consulta y orientación del especialista.