Todas las personas sienten el estrés de una manera diferente. Algunas se enfadan y se desquitan con los demás de manera poco apropiada. Otras lo esconden y comienzan a presentar problemas alimentarios, de alcoholismo o de consumo de sustancias ilegales. Y las personas que padecen de una enfermedad crónica pueden notar su empeoramiento.
El cuerpo humano responde a los estresores activando el sistema nervioso y ciertas hormonas. Desde el hipotálamo y por las vías habituales se envían señales a las glándulas suprarrenales para que viertan a la sangre más adrenalina y cortisol. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardiaca y respiratoria, la presión arterial y el metabolismo en general.
Algunos vasos sanguíneos aumentan su diámetro para permitir una mayor circulación sanguínea hacia los músculos para ponerlos en alerta, las pupilas se dilatan para mejorar la visión y el hígado libera parte de la glucosa que tiene almacenada para aumentar la energía del cuerpo que produce sudor para refrescarse. Todos estos cambios físicos preparan a la persona para que pueda reaccionar rápida y eficazmente cuando siente tensión emocional.
Se conoce como respuesta al estrés. Cuando funciona como es debido es la mejor forma para que se tenga una respuesta adecuada bajo presión, pero puede causar problemas cuando es extrema o mantenida a largo plazo aunque sea de poca intensidad.
Las personas que están continuamente bajo los efectos del estrés con frecuencia son emocionales, ansiosas, irritables, malhumoradas e incluso depresivas.
Prácticamente todos, niños, adolescentes y adultos pasan por momentos de estrés. Hay formas de reducirlo pero indudablemente hay que hacer frente a lo que es inevitable, tratando con inteligencia de cambiar o neutralizar la situación estresante.
Las personas emocionalmente sanas desarrollan maneras de hacerle frente al estrés y a los problemas. Incluso saben cuando necesitan buscar ayuda de parte de su médico, de un asesor psicológico o de un buen consejero.
Están al tanto de sus emociones y reacciones y tratan de entenderlas. Piensan antes de actuar incluso ante fuertes emociones. Tratan de no guardar sentimientos de tristeza, rencor o rabia dentro de si pues consumen energía improductiva adicional y puede causar problemas en su salud, en sus relaciones interpersonales, en el trabajo, en el vecindario o en la escuela.
Para comenzar es necesario darse cuenta de cuál es el problema y si no puede resolverse completamente se puede comenzar a solventarlo poco a poco, teniendo en cuenta, además, que la mayor parte de los estresantes son temporales.
Como apoyo adicional están los ejercicios físicos sistemáticos y el aprendizaje de técnicas de respiración profunda, de relajación y de meditación.
El estrés puede ser útil en determinadas circunstancias. Cuando se convierte en una presencia indeseable debemos aprender a vencerlo.
*Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente "Dr. Salvador Allende"
Fuente: Radio COCO
Una persona se considera hipertensa cuando su tensión arterial sistólica es igual o superior a 140 y la diastólica igual o superior a 90 milímetros de mercurio (mms/Hg) respectivamente, tomando como base la observación con el equipo médico llamado esfigmomanómetro.
La tensión...