Se levantan
A todo trance se debe intentar la recuperación de la salud emocional. Si usted se encuentra en alguno de estos casos, lo primero es reconocer la causa de sus tristezas, enojo o estrés; pensar en sí mismo como la persona más importante y sin derecho a preocupar a sus seres más cercanos y queridos.
En situaciones extremas puede desahogar sus sentimientos de manera apropiada con la persona correcta porque guardarlos dentro puede hacerlo sentir peor. Pero tampoco se vuelva una quejumbre ambulante. Tal vez inspire lástima o indiferencia, según sea quien lo escuche.
Aprenda a tolerar las adversidades y viva una vida balanceada. Mantenga una imagen positiva de sí mismo, acepte los cambios y coloque las cosas en perspectiva.
Calcule la mejor solución. Debe lidiar solamente con los problemas y no con personas inocentes de su entorno. Pero tampoco aspire a demostrar fingida felicidad a la hora de sentirse preocupado, ansioso o deprimido.
Busque tiempo para hacer cosas de su completo agrado. Cuide con esmero su apariencia, manteniendo una adecuada higiene, elegancia y cosmética corporal. Lleve una rutina regular de comidas saludables, duerma lo suficiente y haga ejercicio para soltar la tensión acumulada.
Calme su mente y su espíritu con pensamientos y compañías agradables, conocidas o nuevas. Aplique métodos de relajación como la meditación o los ejercicios respiratorios, a fin de equilibrar sus emociones.
Evite evadirse de los problemas por caminos desvirtuados, como comer en exceso o acudir al tabaco, las drogas, el alcohol o las malas compañías; pues causaría nuevos problemas a su salud, a su bolsillo y a su familia.
A pesar de los inconvenientes, el equilibrio mental y el dominio de sí mismo puede recuperarse, por supuesto, mientras usted se lo proponga.
Un estado de ánimo sereno es la mejor forma de encontrar la solución a cualquiera de sus dificultades.