--No, no se relaciona con la aparición ni desarrollo de la esofagitis.
--¿Qué complicaciones, a corto o largo plazo, puede acarrear?--A corto plazo, las erosiones de la mucosa esofágica, la ulceración, lo que, aunque raramente, es capaz de producir sangrado y perforación del esófago. Tardíamente puede presentarse la estrechez de este órgano.
--¿La gastritis y la esofagitis revisten características similares?--Clínicamente son entidades diferentes.
--¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza de la esofagitis?--Con un adecuado interrogatorio, y por los síntomas referidos, el diagnóstico de la esofagitis puede quedar establecido en más de un 80% de estos pacientes. Como complementarios, los especialistas nos auxiliamos de estudios radiológicos, endoscópicos, histológicos (biopsia por vía endoscópica), entre otros, y, fundamentalmente, por la medición del Ph intraesofágico, lo que constituye la regla de oro diagnóstica en esta enfermedad.
--¿La esofagitis se relaciona de alguna forma con la llamada hernia hiatal?--La hernia hiatal se establece como una anomalía anatómica. Para decirlo gráfica y lo más sencillamente posible: es cuando parte del estómago penetra hacia la cavidad torácica a través del orificio esofágico del diafragma.
Aunque la hernia hiatal no es sinónima de esofagitis, se puede asociar con ella entre un 30-75% de los pacientes y contribuir a agravar la enfermedad.
--En general, ¿cuál es el tratamiento de elección?--En los estadíos iniciales se dirige a modificar el estilo de vida, evitando comidas copiosas, condimentadas, picantes o con mucha grasa, y eliminando hábitos tóxicos. Es recomendable elevar la cabecera de la cama, no acostarse inmediatamente después de comer ni usar prendas muy ajustadas con cintos o fajas. Si persisten los síntomas o la esofagitis se hace más severa, existen tratamientos medicamentosos y quirúrgicos.
--¿Es curable o sólo controlable?--Este es un tema controversial, aunque existe el consenso científico que los pacientes con una esofagitis leve o moderada curan en alrededor del 96%; y en los casos severos, con un tratamiento medico-quirúrgico se alcanza un 50-60% de curación.
--Si queda algo imprescindible por decir....--Si me permites, subrayar algo que considero de gran importancia, y es un mensaje dirigido a los padres: que extremen, por favor, los cuidados para que sustancias peligrosas, como ácidos, salfumán, lejía y otras, no estén al alcance de sus hijos. La ingestión de estos líquidos puede originar graves esofagitis cáusticas, dejar serias secuelas e incluso provocar la muerte.