-La presencia del hongo se puede confirmar por exámenes directos, cultivos en el laboratorio y pruebas serológicas.
-¿Es frecuente en el mundo y también en nuestro país?-Los focos de infección son comunes en amplias zonas de América, África, Asia oriental y Australia. Constituyen una rareza en Europa.
En Cuba la mayoría de los casos de histoplasmosis se presentan en forma de brotes epidémicos, en los cuales la forma clínica predominante ha sido la pulmonar aguda.
-¿Es una enfermedad que deja inmunidad a quienes la padecen?-No. Sin embargo, te diré que en las zonas endémicas son muy comunes las infecciones asintomáticas que suelen generar una mayor resistencia a la infección.
Los espeleólogos, militares y excursionistas son las personas de mayor exposición a la infección, pero generalmente, dada su reiterada exposición, son menos susceptibles que las personas que, ocasionalmente, frecuentan esos lugares contaminados.
-Estas medidas deben estar dirigidas a evitar o reducir al mínimo la exposición al polvo en un medio contaminado por excrementos de aves o murciélagos o con tierra también contaminada y removida recientemente. El control de la infestación por murciélagos debe ir orientado, fundamentalmente, a la protección y no a la eliminación física de estos mamíferos. Para evitar en lo posible la infestación de estos animales se pueden colocar chapas o mallas metálicas, o sellar con cemento y maderas, los orificios o aberturas por donde puedan penetrar para establecer sus colonias. Asimismo, no frecuentar cuevas o cavernas vírgenes o sitios que se consideren contaminados. El personal especializado deberá penetrar en esos lugares con los medios de protección requeridos para el acondicionamiento sanitario.
-¿Existe alguna vacuna para personas en riesgo?-La Medicina no cuenta aún con acciones preventivas primarias que sean totalmente efectivas.
-Si el espacio lo permite y queda algo fundamental por añadir...-Subrayar que la histoplasmosis también se presenta en los perros, gatos, bovinos y equinos, ratas, mofetas, zarigüeyas, zorros y otros animales, a menudo con cuadros clínicos similares a los observados en los seres humanos.