Hipospadias (Cont.)
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¿En estos pacientes además de signos existen también síntomas determinados por el trastorno?—La sintomatología es escasa. Lo más frecuente es el esfuerzo que requiere el niño para orinar, en atención a que el orificio uretral a veces suele ser muy pequeño.
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¿El diagnóstico es clínico o se requieren exámenes complementarios?—Es fundamentalmente clínico a partir de un examen físico de los genitales. Los estudios complementarios, mediante el ultrasonido renal y vesical, se encaminan a descartar la presencia de otras anomalías en el tracto urinario.
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¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico? ¿Se emplea anestesia local o general?—La operación va dirigida a la reconstrucción de la uretra, colocarla en el lugar normal a fin de lograr que el paciente alcance un desarrollo funcional y estético normal. Por lo regular empleamos anestesia general.
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¿Cuál es la edad ideal para practicar la operación?—En los primeros cuatro años de vida.
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¿A qué instituciones de salud se puede acudir?—A cualquier hospital pediátrico de nuestro país donde funcione un servicio de Urología.
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Estética y funcionalmente hablando, ¿cuáles son en general las expectativas de esta cirugía?—Debemos conocer que la reconstrucción de la uretra es una cirugía compleja, y en ocasiones se requiere más de una operación. Pero hay que subrayar también que, en general, se logra el objetivo de forma satisfactoria: que el niño tenga un pene estético y funcional antes de llegar a la adolescencia.
En la actualidad existen más de medio centenar de procederes quirúrgicos que se pueden aplicar en las operaciones de hipospadias.
—¿Algún comentario final?
—Quizás referir, para aquellos que gustan de las curiosidades históricas, que el esposo de Catalina de Medici, reina de Francia en el siglo XVI, fue tratado por hipospadias.