No sin razón quizás el escritor, político y orador romano Marco Tulio Cicerón, en sus diálogos De Senectute (Sobre la vejez), reflexionaba: "más sufridos, más inhábiles, más enfermizos y más cercanos a la muerte".
El profesor Miguel Valdés Mier, mi interlocutor de esta semana, es Profesor Titular y Consultante, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras y del Grupo Nacional de Geriatría y Gerontología del Ministerio de Salud Pública.
-Inicio mi ronda de preguntas, profesor, pidiéndole su visión sobre nuestra etapa de envejecimiento. ¿Está usted de acuerdo con Cicerón?
- Absolutamente, porque en las edades extremas de la vida un denominador común es la dependencia y la escasa autonomía.
-Ahora bien, ¿cómo definiría el denominado maltrato en general, y en particular al anciano, para ceñirnos al tema que nos ocupa?
- Maltrato es el trato inadecuado que genera sufrimiento en la víctima, que puede consistir tanto en golpes, empujones, ofensas verbales, negligencias o violación de los más elementales derechos individuales. La disposición inconsulta de propiedades, los desconocimientos de sus opiniones o deseos, las discriminaciones o rechazos que la hagan sentir que constituyen un estorbo o está "fuera de juego".
-Pero vayamos por parte: ¿esa violencia puede revestir características físicas, emocionales, económicas, sexuales u otras?
- Presenta todas esas modalidades expuestas por ti y puede inclusive incluir la desatención, el desprecio y hasta el silencio mantenido.
Muchas enfermedades son causadas por microbios que entran al cuerpo por la boca, a través de la piel, mediante el aire, el agua y los alimentos contaminados.
Esto puede evitarse si la familia practica cotidianamente estas medidas higiénicas: hervir el agua de tomar, lavarse las manos...