—De acuerdo con su experiencia, ¿afecta por igual a hombres y mujeres?
—Sí. Todo depende del oficio. En la industria del neumático no trabajan mujeres y en la costura hay pocos varones. Pero con la feminización de la mano de obra gráfica, bancaria o judicial, se da por igual en ambos sexos.
—En el desempeño de un mismo trabajo con riesgo de estas lesiones, ¿podría afirmarse que hay personas más susceptibles que otras a enfermar?
—Son más susceptibles quienes padecen alguna forma de reumatismo muscular o articular. Y en la industria con trabajo pesado, los que realizan movimientos más bruscos por falta de experiencia o torpeza.
—¿En qué consiste el tratamiento de la tendinitis y su rehabilitación?
—Esencialmente en el reposo de la mano y de todo el miembro superior. Este es el gran problema por su repercusión sociolaboral. El trabajador tiene aspecto y apariencia sana, pero está totalmente incapacitado para su oficio habitual.
En el plano estrictamente médico, hay que suministrar analgésicos y antinflamatorios. A veces hay que proceder a la inmovilización con yeso, y si el padecimiento es severo, existe la indicación quirúrgica.
—¿Qué otras previsiones sugiere adoptar cuando se producen recaídas?
—No hay otra alternativa que el reposo. Por eso, debe disponerse la reubicación del enfermo en otro puesto de trabajo.
—¿Es posible introducir medidas preventivas en evitación de estas lesiones?
—Sí, y debería ser obligatorio para todos los empleadores, lo que lamentablemente no ocurre en la realidad que yo vivo. Los ritmos de trabajo en la industria deben estar pautados de acuerdo con la fisiología humana. La productividad del trabajo debe ser elevada con tecnología y no a costa de la salud del trabajador. En los servicios informatizados, deben pautarse períodos de reposo de las manos y en ese lapso el trabajador debe realizar una actividad no manual.
—¿La tendinitis se originaría también como consecuencia de infecciones sufridas e incluso por la acción adversa del algún medicamento?
—Sí, es posible. Tengo un colega médico que padeció una tendinitis tuberculosa. En este caso, también es una enfermedad profesional, porque la tuberculosis es un riesgo biológico profesional de los trabajadores de la salud. En el caso de origen medicamentoso, es lo que denominamos una iatrogenia (enfermedad causada por el acto médico).
Después que publicamos en esta misma sección el artículo Disfunciones sexuales en la mujer obesa el pasado 7 de abril, fuimos abordados por numerosas personas de variadas edades, profesiones y preferencias sexuales, que se interesaban por conocer con mayores detalles lo que había...