Tumor de vejiga (Cont.)
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¿El diagnóstico se establece exclusivamente por el examen clínico o se demandan otros procederes para su confirmación? —Todos los pacientes con sospecha de un tumor de vejiga, entre otras investigaciones, deben ser evaluados mediante una cistoscopia, instrumento (cistoscopio) para mirar dentro de la vejiga: un tubo delgado y con iluminación que se introduce a través de la uretra con anestesia local o general. El ultrasonido abdominal puede detectar las lesiones a nivel de la pared vesical y en las vías urinarias superiores, pero este método no supera a la cistoscopia.
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¿El tratamiento es quirúrgico en todos los casos?... ¿En qué consiste la operación? — La elección de una terapéutica apropiada está basada en la etapa del tumor, la severidad de los síntomas y la presencia de otras condiciones médicas. Los tumores de vejiga pueden ser superficiales, en los que el tratamiento consiste en la extirpación del tumor a través de la uretra, con muy buen pronóstico, aunque existe la posibilidad de recurrencia; o más profundos o infiltrantes, en los que la intervención quirúrgica resulta más compleja.
—¿Cuál es su frecuencia en Cuba y a qué edades como promedio suele hacer su aparición?
—En nuestro medio es el segundo tumor más frecuente del tracto urinario, antecedido por el de próstata. Se puede presentar a cualquier edad —lo hemos visto en jóvenes—, pero su mayor frecuencia es en la sexta década de la vida.
—¿Mantiene similar incidencia en el sexo masculino y femenino?
—La mayor incidencia es en los hombres, en los que mantiene una proporción de 3 a 1 en relación con las mujeres.
—¿Valora como importante alguna medida en el campo de la prevención?
—Sí. Eliminar en primer lugar el hábito de fumar y mantener un control médico y del medio ambiente en colectivos de trabajadores vinculados a la industria química, colorantes, goma, petróleo, cuero.