Fotoeducación (Cont.)
—¿Qué criterios se plantean en cuanto al uso de los bronceadores? —Existen fuertes evidencias científicas que demuestran que el empleo de bronceadores tiene un efecto negativo sobre la piel al incrementar la recepción de las radiaciones solares.
—¿Todos debemos protegernos con productos antisolares?
—Sí, según la intensidad de las radiaciones solares a la que nos expongamos. Los fototipos bajos (I y II) requieren de mayores cuidados.
El fotoprotector debe aplicarse de forma pareja sobre la piel seca, media hora antes de la exposición, renovándolo cada dos horas y después de cada baño.
—¿Cómo proteger nuestros ojos?
—Es muy importante protegerlos mediante el empleo de gafas de sol que cubran adecuadamente sus laterales.
Los ojos pueden sufrir daño agudo, como por ejemplo la fotoconjuntivitis, que es reversible, y catarata, primera causa de ceguera en el mundo en edades adultas.
—¿Hay remedios caseros que nos ayuden a aliviar el ardor de la piel luego de una prolongada exposición al sol? —Resulta beneficioso el uso fomentos frescos de manzanilla o compresas preparadas con un litro de agua, añadiendo una cucharada sopera de vinagre. Pero subrayemos que cuando existe ardor, ya se ha producido una quemadura solar, y su principal remedio es la prevención.
—¿El sol quema con la misma intensidad en cualquier lugar? —Quema con mayor intensidad en la playa porque la arena y el agua de mar son superficies que reflejan los rayos solares, lo que incrementa el índice de radiaciones que llega a la piel.
—¿Qué manifestaciones en la piel nos deben dar una voz de atención para consultar al médico? —Suelen ser variadas. Si durante el autoexamen de piel la persona detecta alguna lesión como una llaga que no cicatriza, un crecimiento escamoso o costra que no cura, un lunar que se modifica rápidamente, sangra u origina picazón, debe acudir al médico.
—¿Qué hábitos considera debemos cultivar desde la infancia que favorezcan el cuidado de la piel?
—El uso de gorras, sombreros, viseras, gafas de sol, fotoprotectores y el empleo de prendas de vestir que cubran la mayor superficie de la piel posible.