––¿Y los hombres?
––También cuentan con servicios en la atención primaria de salud y las de Dermatología y Urología, dotadas con técnicas de confirmación diagnóstica con biopsia cuando están presentes las verrugas.
––¿Existen pruebas diagnósticas para detectar la presencia de los diversos tipos del VPH?
––Sí, para ambos sexos. Actualmente en nuestro país estos estudios se garantizan sólo en pacientes con trastornos inmunológicos.
––¿Hay modos de reducir las probabilidades de contraer este virus?
––Ello es posible si se utilizan métodos seguros de protección como el condón o preservativo que evita que nuestras mucosas y la piel se pongan en contacto con ese virus.
––¿El VPH tiene tratamiento o pueden desaparecer espontáneamente?
––Hasta un 50% de las personas infectadas pueden tener una respuesta de regresión espontánea de la infección, siempre que dispongan de un adecuado sistema inmunológico. Se cuenta con tratamientos inmunomoduladores (interferones en diversas formulaciones farmacéuticas) que garantizan efectos curativos en un elevado porcentaje de pacientes, terapéutica que posibilita también evitar la reaparición de la enfermedad.
––¿El cáncer cérvico-uterino podría originarse por causas ajenas al VPH?
––La ciencia plantea hoy que los virus del papiloma humano capaces de originar tumores malignos son responsables en un 99% de la aparición del cáncer cérvico-uterino. Por tanto, “otras causas” tienen muy baja incidencia.
––Virus del papiloma y cáncer de la cavidad oral. ¿Existen prácticas sexuales de riesgo que puedan contribuir a su aparición?
––Sí, a través de la práctica sexual oral en ambos miembros de la pareja, pues este virus se aloja tanto en la vagina como en la uretra peniana sin que en ocasiones existan manifestaciones visibles de su presencia.
––¿La vacuna actualmente en uso es preventiva o curativa? ¿Protege contra todos los tipos de Virus del Papiloma Humano?
––La vacuna profiláctica actualmente en uso protege contra dos virus del papiloma humano de “bajo riesgo” de producir cáncer (el 6 y el 11, así se conocen) y de “alto riesgo” (16 y 18), cuando no se ha estado en contacto previo con estos agentes infecciosos, por lo que la inmunización se sugiere aplicarla a niñas y niños antes de iniciar su actividad sexual. No existen aún vacunas terapéuticas.