Atendiendo a la variedad de quistes que puede padecer el ser humano ––bronquiales, renales, pulmonares, ováricos y otros–– ceñiremos el tema de hoy a los de la piel.
De ahí la presencia entre nosotros del profesor Manuel Salazar Sedano, especialista de segundo grado en Dermatología del Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, de esta capital, quien atesora una experiencia que sobrepasa las tres décadas en la cirugía de lesiones epidérmicas.
Doctor, le comento inicialmente, con visión profana diría que un quiste es una bolsa cerrada con una membrana propia que se desarrolla anormalmente en una cavidad o estructura del cuerpo. Con saber médico, ¿cómo definiría usted los quistes de la piel?
Como tumores de contenido blando ––dice–– formados por una sustancia llamada queratina (núcleo) que está recubierta por las células de la propia piel. Al tacto estos tumores se mueven libremente sobre planos subcutáneos.
En la construcción de las pirámides de Egipto participó activamente el ajo, pues era consumido por los esclavos que trabajaban en la edificación de tan elevados monumentos, al atribuirle propiedades fortificantes y vigorizantes.
Los gladiadores de antaño se aficionaron a su consumo...