El estrabismo es la pérdida del paralelismo de los ojos en la mirada al frente, indica la doctora Delma Leyva Martínez, especialista de primer grado en Oftalmología del Hospital Pediátrico Pedro Borrás, de esta capital, y Profesora Asistente de la especialidad en la Universidad Médica de La Habana. Ello se debe a la desviación de uno o ambos ojos de su posición normal. Sin embargo, los movimientos oculares pueden ser normales, aunque la desviación se mantiene independientemente de hacia donde mire el niño.
No es un trastorno exclusivamente congénito (de nacimiento), pero es el más frecuente en la clínica de los oftalmólogos pediatras, asegura mi entrevistada.
También se presenta el estrabismo asociado a los defectos refractivos, cuando el empleo de espejuelos es parte integrante del tratamiento porque corrigen en alguna medida este trastorno; el que se vincula con otras enfermedades, fundamentalmente como secuela de un padecimiento de meningitis o por traumatismos cráneo-encefálicos, o asociados con enfermedades del ojo, sobre todo de retina y nervio óptico, y también a otras afecciones sistémicas. La mayoría de los casos de estrabismo congénito en los niños tienen una causa desconocida.
Ahora bien, si los ojos se mantienen permanentemente desviados debe sospecharse un estrabismo.
Como nota curiosa te diría que es infrecuente que los médicos detecten un estrabismo que no haya sido observado previamente por la madre o algún miembro de la familia.
—¿Afecta por lo general a uno o a los dos ojos?
—Ambos ojos pueden estar desviados. Pero lo usual es que ese extravío se manifieste de forma alterna: a veces en el ojo izquierdo y otras en el derecho.