Para el abordaje de uno de estos padecimientos he invitado a la doctora Belkis Alvarez Céspedes, jefa del Departamento de Microbiología del Hospital capitalino Comandante Manuel Fajardo y profesora adjunta de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, al oeste de Ciudad de La Habana, quien durante dos años impartió clases en la Facultad de Medicina de Jimma, a unos 250 kilómetros de Adis Abeba, la capital de Etiopía.
Su experiencia y saber profundo propician que marche literalmente “sobre ruedas” este intercambio para la divulgación científica de una de las causas más frecuentes del flujo vaginal (leucorrea) en las mujeres en edad reproductiva: la vaginosis bacteriana.
Aunque los signos y síntomas de esta enfermedad han estado presentes en la mujer desde épocas inmemoriales, no fue sino hasta la década de los 80 del pasado siglo XX cuando se perfeccionó el conocimiento sobre el origen, diagnóstico y tratamiento de esta dolencia.
Surge, por su propio peso, una primera interrogante que inquieta a no pocas mujeres: si es común que normalmente vivan en la vagina pequeñas cantidades de bacterias que pudieran provocar enfermedades, ¿qué mecanismos contribuyen a la alteración de esas bacterias y a generar una infección?
--Citaría, atendiendo a su mayor importancia, el uso irracional de antibióticos, las alteraciones del ritmo menstrual, las medidas higiénicas que pudieran calificarse de exageradas, la adquisición de alguna enfermedad de trasmisión sexual, el uso inadecuado de dispositivos intrauterinos, pequeños traumatismos producidos durante el acto sexual, todo lo cual puede conducir a un desequilibrio bacteriano.
--¿Se conoce cuál es el agente causal de esta enfermedad?
--Son varios los agentes causales. Entre ellos los micoplasmas y la Gardnerella vaginalis, bien conocidos por la ciencia en la actualidad.
--¿Cuáles son las vías de contagio?
--Dos, principalmente: por vía de las relaciones sexuales o como consecuencia de alteraciones del funcionamiento normal de la vagina motivadas por un desequilibrio en la regulación de los microorganismos presentes en ella.
--Luego una mujer que no esté sexualmente activa puede contraer la enfermedad.
--Sí, como te comentaba, por una alteración de la flora normal de la vagina.
--¿Qué señales y síntomas harían sospechar la presencia de una vaginosis bacteriana?
--La secreción o flujo, abundante o no, que puede ser blanco-grisáceo o lechoso, adherente, y muchas veces con burbujas y olor a pescado.