Quienes en su vida laboral realizan trabajos estimulantes para la mente tienden a desarrollar una mayor agudeza mental aún después de jubilarse. Se trata de aquellas actividades donde se necesita capacidad para la recogida, síntesis y análisis de mucha información, tomar decisiones, pensar en forma creativa, desarrollar objetivos y estrategias, resolución de problemas o diseñar una adecuada planificación.
La abogacía, la medicina, la docencia, el periodismo, los economistas, los informáticos, así como quienes ocupan cargos de dirección o los planificadores son algunas de estas profesiones donde constantemente se está retando a la mente
Se ha podido demostrar
Las personas necesitadas en su vida laboral de mayores recursos mentales, al momento de jubilarse tuvieron una mejor memoria y un deterioro más lento de la misma en los años subsiguientes, cuando fueron comparadas con quienes realizaron trabajos menos estimulantes para la mente.
Fue realizada una investigación en la Universidad Estatal de Colorado y publicada en la revista Journal of Occupational Health Psychology, donde se analizaron datos de 4,200 personas con un seguimiento desde los 51 años de edad y durante 18 años antes y después de la jubilación. Realizaban diversas labores y en promedio habían sido empleados en el mismo tipo de trabajo durante más de 25 años antes de su retiro.
Quienes realizaban trabajos de elevada demanda mental obtuvieron mejores puntuaciones cuando les midieron la habilidad cognitiva del pensamiento antes y después de haberse jubilado. Pasados 15 años de abandonar la vida laboral, los de este grupo obtuvieron superiores resultados en las preguntas realizadas para evaluar la memoria, las discapacidades mentales y la demencia en relación a quienes habían realizado trabajos con menores exigencias mentales.