Sea cual fuere la causa de la diarrea —bacterias, parásitos, virus— esta afección precipita una pérdida aguda de líquidos y electrolitos (sales corporales que ejercen, entre otras funciones, la retención de los líquidos en el organismo), lo que lleva a la deshidratación y, si no se aplica tratamiento de inmediato, se convierte en una causa de mortalidad. Otro de sus principales efectos nocivos es la desnutrición, fundamentalmente en menores de cinco años.
El tema, a no dudarlo, es de importancia mayor sobre todo en la época veraniega cuando la enfermedad tiende a incrementarse. La doctora Vivian Mena Miranda, nuestra consultante, es especialista de segundo grado en Pediatría y Terapia Intensiva y Emergencia, responsable del Grupo de Trabajo para el Control y Manejo de la Enfermedad Diarreica Aguda dentro del Grupo Nacional de Pediatría del Ministerio de Salud Pública.
Con visión científica, dice, la diarrea es el aumento en frecuencia de las evacuaciones con alteraciones de su consistencia, a partir del patrón normal de cada paciente, que se puede acompañar de vómitos, malestar general y fiebre.