La tiña es una infección producida por hongos llamados dermatofitos, clasificados en varios géneros y especies, que afectan a la piel del ser humano y de los animales. Las lesiones que origina se localizan fundamentalmente en piel, cuero cabelludo y uñas, aunque no en las mucosas.
La doctora Olaine Gray Lovio, mi interlocutora de esta consulta, es especialista de primer grado en Medicina General Integral y también en Dermatología, y se desempeña actualmente en el Servicio de esta especialidad en el Hospital Manuel Fajardo, en esta capital.
La tiña toma distintas denominaciones, que estarán en dependencia de la zona del cuerpo donde hace su aparición.
Se le denomina tiña capitis o de la cabeza; de la barba y bigote; corporis o del cuerpo; de la ingle; manum o de las manos; tiña pedis o de los pies; ungueal o de las uñas, y tiña generalizada.
— Doctora Gray, ¿cuál es el reservorio principal de estos hongos y el modo de transmisión?
— Los dermatofitos (hongos) pueden tener su hábitat en la tierra, en los animales, principalmente gatos, perros, aves de corral, ganado vacuno y bovino, y también en el propio hombre. La trasmisión se produce cuando entramos en contacto con las esporas del hongo.
— ¿Esta infección micótica se trasmite también de persona a persona o a través de objetos que pueden ser de uso común?
— Sí, de persona a persona y también a través de objetos de uso habitual como peines, cepillos de cabello, gorras o sombreros, ropa, zapatos, sábanas, almohadas, toallas.
— ¿Qué manifestaciones fundamentales nos deben alertar de este padecimiento?
— Dependen de su localización. Cuando aparece en la piel se manifiesta por una lesión pequeña, rojiza, que pica y crece en pocos días hasta dar lugar a una lesión con un borde definido y un centro claro. Estas lesiones no se curan espontáneamente. En los pies, en ocasiones pueden aparecer lesiones escamosas, vesiculosas ("son burbujitas", dicen nuestros pacientes), o también entre los dedos una lesión blanquecina, húmeda. En el cuero cabelludo se produce un área escamosa donde se ve pérdida del pelo. Por su parte, las uñas se afectan con cambios de grosor y color.
— ¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza?
— Ante la presencia de las lesiones descritas, y la sospecha clínica de que pueda tratarse de tiña, se realiza un estudio micológico, con examen directo y cultivo, a fin de determinar de qué tipo de hongo se trata y poder indicar, dentro del arsenal terapéutico, el medicamento adecuado. Debemos recordar que existen otras afecciones no producidas por hongos que pueden originar lesiones similares, pero que requieren terapias totalmente distintas.