—¿Puede ser un anuncio de tartamudez?
—Los niños tienen una etapa en el desarrollo del lenguaje llamada tartaleo fisiológico, entre los 2 y 5 años de edad, donde presentan titubeos, repeticiones de sonidos y elongaciones (alargamientos) de palabras, porque su capacidad ideacional es mayor que la de expresión y tienen que prepararse mentalmente para hablar. Esto puede evolucionar hacia el habla normal, pero muy frecuentemente evoluciona hacia la tartamudez o hacia el tartaleo definido. De ahí la importancia de su tratamiento.
—¿En qué edades se establece, por decirlo así, la maduración del lenguaje?
—Aunque desde el nacimiento comienzan a prepararse las condiciones para su maduración, podemos afirmar que alrededor de los 7 años se alcanza la completa maduración del lenguaje. Así, se considera que ya está preparado el niño para recibir todas las influencias del exterior e incorporar todos los conocimientos posibles.
—¿En qué medida los padres deben intervenir en la corrección propiamente del lenguaje del niño a fin de no caer en excesos que puedan ser perjudiciales?
—Siempre deben intervenir sin que el niño se dé cuenta, mediante una pronunciación correcta. No debe exponerse al niño a situaciones difíciles ni señalarle los errores directamente. Tampoco se debe utilizar la sobrevaloración, señalándolo como ejemplo ante los demás cuando habla muy bien.
—¿Son efectivos los tratamientos?
—Sí, porque corrigen a tiempo las imperfecciones del habla. Consiste en ejercicios funcionales, con varias etapas en su ejecución, por lo que deben ser orientados siempre por el especialista.
—¿Quisiera dejar alguna orientación en torno al tema que nos ocupa?
—Es importante que tanto padres como maestros tengan en cuenta que es precisamente en la infancia donde se pueden realizar mejores acciones de salud, que transitan desde la profilaxis hasta el tratamiento funcional, y ante cualquier duda acudir a la consulta de Logopedia y Foniatría.