-Respondería afirmativamente, porque el ciclo menstrual se encuentra regido por el sistema nervioso central y, por tanto, los estados anímicos, sobresfuerzos intelectuales y cambios del medio habitual, pueden ejercer su influencia en ese ciclo.
-¿Ante qué manifestaciones valora usted debe consultarse al Ginecólogo?-Cuando exista dolor en bajo vientre, sangramiento, falta de menstruación (amenorrea) debe consultarse al especialista de inmediato a fin de establecer un diagnóstico de las causas de esos trastornos.
-¿Existen tratamientos específicos para cada una de las irregularidades? ¿En qué consisten?-La Medicina cuenta con un amplio arsenal terapéutico para la atención de las diversas alteraciones. Ahora bien, hay que definir si el desarreglo es funcional (alteración endocrina del mecanismo de la menstruación) u orgánico (un fibroma, hiperplasia del endometrio, tumores). En los trastornos funcionales el tratamiento es medicamentoso y en el orgánico generalmente quirúrgico.
-Son beneficiosos como tratamiento en algunos tipos de trastornos, pero la indicación de los anticonceptivos con estos fines debe ser decisión del ginecólogo de acuerdo con las características de cada paciente, pues también podrían originar efectos adversos o tener alguna contraindicación.
-¿Toallitas o tampones?... Aprovecho para preguntarle porque estos vienen siendo "culpados" en algunos estudios como probable causa de enfermedad inflamatoria pélvica.-Ni los tampones ni las toallitas son causantes de enfermedad inflamatoria pélvica. Su causa principal son las enfermedades de trasmisión sexual: la gononorrea y la clamidia, como las más frecuentes.
-¿Alguna precisión final?
-Como sabemos, el dolor en el bajo vientre y los trastornos menstruales están entre los síntomas más prominentes de un embarazo ectópico (fuera del útero), y el dolor puede ser variable en su intensidad. Por ello, si la mujer está en edad fértil, no debe demorar ni un minuto en consultar al médico cada vez que presente algún trastorno menstrual.
Consumir pescado horneado o asado por lo menos una vez a la semana pudiera proteger al cerebro de los efectos de la enfermedad de Alzheimer y disminuir el riesgo de deterioro cognitivo leve, fomentando la salud cerebral.
EL PESCADO Y EL CEREBRO
Quienes padecen de...