Sí, todos los casos requieren hospitalización. En las virales el tratamiento está dirigido a los síntomas, siendo el reposo la medida más efectiva. Aun cuando se decida el alta hospitalaria en las primeras 72 horas, el paciente debe mantener reposo domiciliario por una semana bajo la observación médica. Las bacterianas siempre requieren de cuidados intensivos y antibióticos.
—¿Qué consecuencias puede acarrear el no brindar atención médica a estas dolencias?En el caso de las bacteríanas serían más frecuentes las complicaciones y mayores las posibilidades de un desenlace fatal.
—¿Afectan por igual a todas las edades, o son de aparición exclusiva en la niñez?Pueden ocurrir a cualquier edad, pero más comúnmente en la niñez.
—¿Cuál es el comportamiento epidemiológico de una y otra afección en estos momentos en el país?Durante los últimos años se ha observado reducción en la ocurrencia de meningoencefalitis bacteriana vinculado con la aplicación de vacunas que protegen contra el meningococo B y C y, más recientemente, contra el haemophilus influenzae b.
Las virales suelen agruparse en un mismo tiempo y lugar, como ocurre en la actualidad cuando observamos un elevado número de casos en casi todas las provincias.
—¿Es posible prevenirlas mediante vacuna?No existen para prevenir las virales, siendo la medida más efectiva el aislamiento durante el período febril de la enfermedad y la desinfección de los objetos contaminados por las secreciones de los pacientes.
Existen vacunas de probada efectividad que protegen contra la meningitis contra el meningococo y haemophilus influenzae b.
Otras de corta eficacia se han desarrollado contra el neumococo, pero su uso se limita a grupos con alto riesgo de padecer estas infecciones (sicklémicos y esplenectomizados (con ausencia del bazo).
—¿Son tratables las secuelas de la meningitis bacteriana?Los convalecientes deben ser sometidos a estudios neurofisiológicos que permitan detectar precozmente las secuelas y valorados de forma multidisciplinaria para garantizar su rehabilitación. El seguimiento debe prolongarse hasta la edad escolar.