Menopausia y sexualidad (Cont.)
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¿Sugiere algún tratamiento al menos paliativo, o sencillamente lo importante es ganar en comprensión del declinar inevitable de nuestras potencialidades con el paso de los años?––La educación sexual es la terapia más efectiva para disfrutar de la sexualidad como fuente de crecimiento espiritual.
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Algunos investigadores hablan de la andropausia o climaterio masculino, por analogía semántica con la menopausia femenina. ¿Es ciencia constituida que existe en el hombre “un tiempo semejante”?––Sí, existe un período climatérico en el hombre determinado por una disminución de la función testicular y la subsiguiente declinación gradual de la testosterona (hormona masculina).
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¿Existen manifestaciones típicas que pudieran alertar a los hombres de que han iniciado el camino de la andropausia? ¿A qué edades y cuáles serían sus manifestaciones fundamentales?––Aunque la andropausia es menos explosiva que el climaterio, los síntomas más frecuentes son la disminución de la energía y de la fuerza muscular, fatiga, cambios emocionales, disminución del deseo sexual y déficit de la erección.
Estas manifestaciones pueden hacerse evidentes alrededor de la quinta o sexta década de la vida.
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¿Con los desarrollos de la ciencia los hombres gozan en la actualidad de alguna ventaja en cuanto a la existencia de tratamientos efectivos para mejorar su rendimiento sexual en la tercera edad?––El uso de medicamentos como el Viagra, Levitra, Cialis pueden aliviar los síntomas y mejorar, en gran cuantía, la actividad sexual.
Estos medicamentos deben emplearse siempre bajo prescripción médica.
––Dejo abierta esta pregunta por si desea formular alguna precisión final.
––A manera de conclusión quisiera decir que la sexualidad es un proceso inherente a la vida, y la menopausia y la andropausia son procesos fisiológicos que modifican el ciclo de respuesta sexual, pero no significan el cese de la vida sexual.
Los hábitos y estilos de vida saludables, y la protección contra las infecciones de trasmisión sexual, el VIH-SIDA, junto con la educación sexual, son elementos imprescindibles para lograr una sexualidad sana a partir del momento en que se produce, por el envejecimiento, el declinar de la producción de hormonas sexuales.