Migraña (Cont.)
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¿A qué edades hace su aparición? ¿Aqueja igualmente al sexo femenino que al masculino? ¿Es alta o baja su incidencia?––Lo más habitual es que se presente entre la adolescencia y los 30 años, pero el debut puede ocurrir desde la infancia hasta la séptima década de la vida. Es más frecuente en mujeres que en varones. Se estima que la padecen entre un 4 y 6% de los varones y un 13 y 17% de las mujeres.
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¿Cómo establecer un diagnóstico de certeza?––El diagnóstico se realiza estableciendo la historia de los síntomas relacionados con la migraña y una minuciosa exploración física general y neurológica. No se dispone de ninguna prueba específica para su diagnóstico.
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¿Cuál es el tratamiento de elección para este trastorno?––Estará vinculado con las características de cada paciente, el tipo de crisis, la frecuencia y la consideración de otras enfermedades que pueda presentar. Suele dividirse en dos grupos: para evitar el dolor de cabeza (preventivo), que se indica cuando se padecen más de tres crisis al mes, y para el momento del dolor (crisis).
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¿Es curable?––No tiene un tratamiento curativo pero es posible controlar su frecuencia e intensidad.
––¿Puede representar alguna amenaza para la salud?
––La migraña no amenaza la vida del paciente, pero afecta la calidad de vida del que la padece, por la repercusión que tiene en su vida individual y social. Uno de los problemas importantes que lo afecta, complicando la evolución de la enfermedad, es el sobreconsumo de analgésicos.
––¿Estos pacientes deben adoptar alguna medida en su cotidiano vivir?
––Sí, realizar cambios en el estilo de vida, entre los que podemos mencionar la higiene del sueño (no dormir menos de ocho horas), llevar una vida sana, incluyendo ejercicio físicos, y el establecimiento de horarios fijos para las comidas. El estrés y también la depresión subyacente son importantes factores desencadenantes que se pueden diagnosticar y tratar adecuadamente.
––¿Es posible hablar de prevención en el tema que nos ocupa?
––La migraña puede reducirse con ciertos cambios cuando se identifican los factores desencadenantes del dolor, como son el consumo excesivo de café, chocolate, vino tinto, embutidos, quesos añejos, salsa de soja y otros alimentos. Su eliminación de la dieta puede contribuir a la prevención de las crisis de migraña.