—¿Hace distinción entre los sexos y aqueja a todas las etnias?
—Se presenta por igual en hombres y mujeres.
Con respecto a las comunidades humanas, estudios indican una mayor prevalencia entre los esquimales y asiáticos; es menor en los europeos y en los habitantes del norte de nuestro continente, muy baja en los descendientes africanos y cero en los indios americanos.
—¿Existe alguna escala para medir la magnitud de una miopía?
—Se clasifican en bajas, hasta –3 dioptrías (unidad de medida de un lente); moderada, de -4 a -6; alta, de -7 a -9; y muy alta por encima de -10.
—¿Esas fases tienden a progresar inexorablemente?
—Las miopías bajas y moderadas, una vez que se establecen, generalmente no progresan en el curso de la vida.
Las altas y muy altas, si el paciente es menor de 30 años, tienden a progresar.
Precisamente las miopías altas y muy altas son las que más se relacionan con las enfermedades del vítreo y la retina ya mencionadas.
—¿Ante qué manifestaciones debemos sospechar en la niñez o la adultez que somos miopes en algún grado?
—En los niños y jóvenes se observa enlentecimiento del aprendizaje porque no ven correctamente la pizarra, tienden a sentarse en la primera fila del aula, acercan mucho los ojos a los textos y a la TV, tienden a entornar los ojos y se pueden quejar de dolores de cabeza. Los adultos ven borrosos los objetos lejanos, aunque la visión de cerca se mantiene normal, y se quejan habitualmente de una mala visión nocturna, de fatiga ocular, cefalea y visión doble.
—Tratamientos. ¿Existen procederes para su corrección en cualquiera de sus estadios e incluso es factible impedir su avance?
—Aclaro: no hay tratamientos que impidan su avance. La terapéutica está en dependencia del tipo y magnitud de la miopía, y transita desde los métodos de corrección óptica (espejuelos, lentes de contacto) hasta los procederes quirúrgicos con Láser Excímer y otras modernas técnicas que alcanzan buenos resultados.
—¿Algún otro criterio esencial para el saber de los lectores?
—Que las personas miopes deben ser examinadas por un Oftalmólogo al menos una vez al año, a fin de poder detectar a tiempo alteraciones relacionadas con la retina y enfermedades como glaucoma y catarata. Y ante la visión de “moscas” volantes o reflejos luminosos, disminución de la visión, estén operadas o no, deben acudir de inmediato al especialista.