El consumo de metanfetamina puede causar falta de aire, aumento de la temperatura corporal, náuseas, vómitos, diarrea, arritmias cardíacas, hipertensión arterial, daño cerebral permanente y grandes caries dentales.
Pobres dientes
El daño severo que provoca a la dentadura es conocido como “boca de metanfetamina”. Debido al mismo, algunos consumidores habituales describen sus dientes como “ennegrecidos, manchados, podridos, o que se desmoronan o se caen a pedazos”.
A menudo las piezas dentarias no se pueden salvar y deben ser extraídas.
Las extensas caries dentales son probablemente causadas por una combinación de cambios psicológicos y fisiológicos inducidos por esta droga, que terminan produciendo una boca seca y largos períodos de mala higiene bucodental.
Algunos informes han sugerido que la acidez de la droga también puede dañar los dientes.
La sensación de euforia que causa la metanfetamina dura doce veces más que la producida por la cocaína crack, o sea, doce horas frente a una hora de la cocaína.
Mientras están en estado de euforia, los adictos suelen anhelar bebidas gaseosas azucaradas de alto contenido calórico, o pueden rechinar o apretar los dientes, todo lo cual también puede dañar la dentadura.
El consumo de cualquier droga siempre daña al organismo de múltiples formas. La metanfetamina no es una excepción.
*Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente "Dr. Salvador Allende"
Fuente: Cubahora