Placenta previa (Cont.)
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¿Es frecuente en nuestro medio la placenta previa?—De cada cien embarazadas, tres presentan placenta previa.
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¿Es posible en algún período de la gestación el diagnóstico de la placenta previa?—Sí, a través del ultrasonido que se les realiza a todas las gestantes en nuestro país a partir de las 24 semanas. También mediante el examen clínico del ginecobstetra.
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¿Suele producir algún signo o síntoma que delate su existencia?—El sangramiento caracteriza el principal síntoma de este trastorno. Un sangramiento rojo, rutilante, sin dolor, que ocurre regularmente después de las 20 semanas de embarazo, y que, en general, como no tiene antecedentes, sorprende a la mujer.
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Una precisión: ¿entre el momento de su diagnóstico y el parto la placenta podría reposicionarse por sí misma, es decir, adoptar su posición normal?—Te diría más bien que en muchas mujeres la placenta se “desplaza” a sitios normales por el crecimiento progresivo que mantiene el útero grávido.
—¿Existe algún tratamiento que pueda contribuir a ese desplazamiento?
—Sí, el reposo absoluto. Además, las gestantes que presentan placenta previa deben ser hospitalizadas a fin de mantenerles, desde el punto de vista médico, una estrecha vigilancia de las cifras de hemoglobina que requieren y, cuando resulte necesario, transfundirlas.
—¿Cuál es su manifestación más temida?
—El sangramiento intenso, que puede conducir a una depresión súbita de las funciones vitales (choque).
—¿Qué conducta adoptar entonces?
—Ante ese cuadro clínico hay que realizar con urgencia una cesárea para garantizar la vida de la madre.
—¿En todas las embarazadas que presenten placenta previa el parto debe producirse necesariamente mediante cesárea?
—No, solamente cuando el cuello uterino esté ocluido total o parcialmente.
—¿Qué desea añadir?
—Este trastorno constituye una de las causas más frecuentes de prematuridad. Y las hemorragias durante el embarazo, el parto y el puerperio representan la primera causa de muerte materna en Cuba y en el mundo.