Normalmente, explica mi entrevistada, estas células (los mastocitos) se encuentran en proporción variable en el tejido conjuntivo de diferentes órganos: en el que crece alrededor de los dientes, pulmones, tubo digestivo, y, mayormente, en la piel. Los mastocitos almacenan sustancias biológicamente activas que, al liberarse, originan los síntomas de la urticaria pigmentosa.
-Doctora Seijas: ¿es una o son varias las formas clínicas de esta urticaria?... ¿Cuál es la más usual en nuestro medio?
-Son dos: la que aparece en los niños, que es la más frecuente, y la de los adultos.-¿Conoce la ciencia las causas que le dan origen?
-Se desconocen hasta hoy. Se ha observado la aparición de esta enfermedad en una misma familia, sin que se haya podido demostrar, en las investigaciones realizadas, la existencia de un patrón de herencia.
-¿Ante qué primeros signos y síntomas se puede sospechar de la enfermedad y a qué médico consultar?-Como síntomas el prurito o picazón, y dentro de los llamados signos están las lesiones cutáneas: máculas o manchas, que primeramente son rojizas y luego se vuelven pardas, que tras el frotamiento se hinchan, es decir, se convierten en ronchas. Estas lesiones aparecen en número variable, en ocasiones numerosas. Los médicos de familia pueden establecer el diagnóstico y, en caso necesario, realizar las interconsultas habituales con el especialista en Dermatología del área de salud.
-¿Son brotes que aparecen y desaparecen?
-Sí, esta es una enfermedad que cursa con brotes, o sea, el enrojecimiento y aparición de ronchas. Un brote dura como promedio 30 minutos, y los intervalos de aparición pueden durar horas, días e incluso meses, lo que varía de un paciente a otro, y está en relación también con el factor desencadenante.-Ahora bien, doctora, una vez que la enfermedad se instala, por decirlo así, ¿cuáles son los factores desencadenantes conocidos de estos brotes?
-Los de carácter inmunológico y los no inmunológicos. Entre los primeros se destaca la hipersensibilidad alérgica de la persona. En cuanto a los no inmunológicos, te citaría factores físicos, como la temperatura ambiental, la realización de ejercicios fuertes, el estrés. También la ingestión de algunos alimentos, como el plátano, el queso, las especies, el alcohol, y medicamentos analgésicos como la aspirina, entre otros.