— ¿Cuáles son los signos y síntomas principales que nos pueden hacer sospechar de la enfermedad?
— Aparece con un cuadro respiratorio similar al que observamos en los catarros comunes (el virus de la influenza), dado por coriza y secreción nasal, al que se añade una fiebre mantenida mayor de 38 grados, tos seca, dificultades respiratorias asociadas a dolor de cabeza y muscular, decaimiento intenso, falta de apetito y también diarreas en algunos enfermos. A los 3-4 días pueden aparecer signos sistémicos (de los órganos internos): procesos inflamatorios en los pulmones, y también de otros órganos como el hígado, los riñones.
— ¿Hay personas que pueden presentar una mayor susceptibilidad al contagio?
— Sí, sobre todo las personas de la tercera edad y aquellas que presentan un padecimiento crónico, como el asma, insuficiencias respiratorias, que pueden favorecer la infección por este virus.
— ¿El diagnóstico es clínico o existe algún proceder de laboratorio para corroborar su presencia en nuestro organismo?
— Es clínico y se puede confirmar con el aislamiento del virus.
— ¿Cuál es el tratamiento de elección en esta enfermedad?
— Se vienen empleando fármacos antivirales, aunque no existe aún un medicamento efectivo contra el SRAS. La OMS recomienda un tratamiento de acuerdo con los síntomas que presenta el paciente y combinando la medicina natural y tradicional con la occidental. Lo importante en esta enfermedad es tratar oportunamente cada síntoma: la fiebre, la insuficiencia respiratoria, las inflamaciones del pulmón u otros órganos. Subrayaría que lo esencial es mantener al paciente en una estrecha vigilancia médica.
— ¿Puede aquejar a personas de cualquier edad, o los casos hasta ahora reportados se circunscriben a determinados grupos de edades?
— De acuerdo con los reportes mundiales, los más afectados son adultos jóvenes, aunque el virus se comporta con una mayor agresividad en las personas de la tercera edad. Hasta ahora en los niños no hay una alta incidencia, lo que no quiere decir que no puedan padecer la enfermedad. Tampoco hace diferencias entre sexos ni razas.
— Se reporta, doctor Estévez, que el genoma de este virus ha sido secuenciado. ¿Podría esclarecer qué significación científica reviste este hecho para el combate contra el SRAS?
— El conocimiento del mapa genético del SRAS abre enormes posibilidades para contar con técnicas de diagnósticos rápidos y seguros del virus, el desarrollo de efectivos tratamientos antivirales e incluso la creación de una vacuna.
— ¿Qué medidas han tomado nuestras autoridades de salud luego de la alerta global decretada por la OMS ante la diseminación internacional de este virus?
— Cuando se conocieron los primeros reportes mundiales se estableció la alerta epidemiológica en nuestros puertos y aeropuertos, y también en otras líneas de vigilancia, como el personal facultativo de hoteles y centros turísticos en general. Y desde los primeros momentos se inició también, con el personal médico de nuestro sistema sanitario, un proceso de capacitación y actualización sobre el virus SRAS y la enfermedad.
De manera que nos encontramos en alerta y preparados científicamente para el enfrentamiento de esta enfermedad si aparece en nuestro medio, y poder cortar con rapidez la transmisión. Se adoptan asimismo las medidas necesarias para proteger del contagio a los trabajadores de la salud en su labor asistencial a estos enfermos.
— Ante esta emergencia de la salud pública mundial, ¿qué conducta adoptar para la prevención del SRAS tanto individual como colectivamente?
— La medida más importante para cortar la transmisión es el aislamiento estricto de la persona sospechosa o probable de tener la enfermedad. En el plano individual cada ciudadano debe estar en conocimiento de las vías de transmisión de la neumonía atípica y mantener sistemáticamente las medidas de higiene personal, como el lavado frecuente de las manos, y siempre antes de ingerir alimentos o para la atención de niños y ancianos.
Igualmente, cambiar de ropa cuando regresamos a casa. Como este virus se transmite a través de las vías respiratorias, es requisito indispensable taparnos la boca adecuadamente al momento de toser o estornudar.
En lo colectivo, una vez se compruebe la presencia del virus en nuestro medio, es esencial evitar aglomeraciones donde exista un paciente con la enfermedad. Si hay personas enfermas, la habitación debe estar ventilada para impedir la "acumulación" del virus, manteniendo una adecuada limpieza y desinfección. El personal de salud encargado de la atención a estos pacientes debe estar provisto de mascarillas, batas, guantes y gorros.
— ¿Quedan muchas incógnitas a la ciencia en cuanto a este nuevo virus?
— Conocemos al agente causal y algunas de las vías de transmisión. Quedan como desafíos científicos el obtener un medicamento antiviral efectivo y la esperanza de hallar una vacuna contra este virus que sea efectiva y pueda estar al alcance de todos.
* Entrevista realizada en el año 2003
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