--¿Existe algún componente hereditario en su aparición?
--No.
--¿Qué procederes se utilizan para el diagnóstico del cistocele?
--Basta con un examen físico ginecológico, con el único requisito de que la paciente tenga la vejiga llena durante la observación.
--Los especialistas hablan al menos de tres grados de la enfermedad: leve, moderada y severa. ¿Podría esclarecer cómo se traducen esos diferentes grados del cistocele?
--El grado leve apenas da síntomas; en el moderado predominan los síntomas urinarios que pueden ir progresando paulatinamente; y en el severo prevalecen la hernia vaginal (las pacientes en consulta refieren: “doctora, me toco algo como una bolita”), la incontinencia urinaria y la disfunción sexual.
--¿El cistocele tiene tratamiento específico? ¿Es medicamentoso o quirúrgico?
--El tratamiento médico consiste en el fortalecimiento de los músculos de la vagina y del suelo de la pelvis. En cuanto al quirúrgico, que es una operación vaginal sencilla, se reserva para los casos diagnosticados como moderados o severos. Es lo que se conoce como colporrafia, palabra conformada por el prefijo kolpós, que significa vagina; y rhaphé, sutura. Para decirlo de forma popular es una especie de rectificación de la pared dañada con el empleo de sutura.
--¿El tratamiento incluye algún cambio en el estilo de vida?
--En los casos de intervención quirúrgica la vida de la mujer, tanto social como laboralmente, puede continuar un curso normal.
--¿Qué especialistas son los que ofrecen atención a estas pacientes?
--Pueden ser atendidas por un ginecobstetra, un cirujano o por un urólogo.
--¿Es alto o bajo el porcentaje de curación?
--Es alto.
--Las mujeres con un padecimiento de cistocele que estén aún en edad reproductiva, ¿es aconsejable o no que se sometan a tratamiento quirúrgico?
--Lo ideal sería que recibieran tratamiento después de tener los hijos deseados, siempre que puedan convivir con los síntomas del cistocele.
--¿Existen procederes que contribuyan a la prevención de esta dolencia?
--Sí. Por ejemplo, mantener un seguimiento adecuado de la labor del parto; realizar el diagnóstico oportuno de niños de gran peso a fin de que se establezcan las vías apropiadas del parto; el empleo conveniente de la instrumentación durante el alumbramiento; y, asimismo, la realización diaria de ejercicios físicos antes y después del parto, con vistas a preservar el tono de la pared muscular de la vagina.
--¿Algún mensaje en especial para las mujeres que presenten este trastorno?
--Subrayar dos hechos esenciales. Ante los primeros síntomas ya descritos, acudir de inmediato al médico, y dejar claramente expresado, atendiendo a que es una preocupación que manifiestan con reiteración estas pacientes en la consulta, que el cistocele no es ni de naturaleza maligna ni infecciosa.
--No sé si considera que quede algo esencial por decir...
--Sí, y lo valoro como de gran importancia. Las mujeres con este padecimiento requieren, sobre todo, ayuda y comprensión de sus parejas sexuales.