--Los padres deben valorar que sus niños sean operados exclusivamente bajo esas circunstancias.

--El anillo prepucial se va dilatando progresivamente y las adherencias normales entre el prepucio y el glande van desapareciendo con la edad, lo que permite que, en la pubertad, la mayoría de los niños se encuentren perfectamente dilatados y con el glande expuesto.

--La circuncisión puede realizarse a cualquier edad, siempre que esté correctamente indicada.

--La no circuncisión, cuando está indicada, puede acarrear cambios histológicos en el glande y prepucio y la propensión a que puedan aparecer tumoraciones en el pene.

--En el niño pequeño es necesario aplicar anestesia general. En el niño grande o el adulto se hace con anestesia local. Este proceder quirúrgico ciertamente es muy poco molesto.

--Algunos autores han llegado a la conclusión de que el adulto circuncidado puede presentar una menor sensibilidad en el glande que los no operados.

--En el estudio que hemos realizado en 900 niños se demuestra que un 8O por ciento de ellos, cuando llegan a la pubertad, se encuentran totalmente dilatados y con el glande plenamente expuesto. Por ello, luego de concluida la investigación cubana, y sustentados también en otros estudios internacionales, tendríamos que valorar con el mayor rigor: ¿por qué realizar una circuncisión cuando su práctica no constituya una indicación médica precisa, si la naturaleza es capaz de hacerlo normalmente?...