Corazón, cuidados (Cont.)
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¿Es posible también reducir los riesgos que nos impondría la herencia?— Los niños con historia familiar positiva tienden a acumular varios factores de riesgo y los factores genéticos y ambientales interactúan permanentemente desde la infancia.
Por tanto, si reducimos el riesgo (por ejemplo, el tabaquismo), podemos retardar o disminuir la expresión de la predisposición genética.
— ¿Qué conductas o hábitos nos mantendrían alejados de por vida, o al menos retardarían, las enfermedades cardiovasculares?
— Los padres y los hijos debemos estar conscientes de la necesidad de hacer costumbre los hábitos cardiosaludables: una alimentación equilibrada, ejercicio físico, actividades al aire libre, evitar el tabaco y el alcohol y mantener bajo control los factores de riesgo. Esa es la receta que su corazón necesita.
— La alimentación es quizás en la que podemos ejercer un mayor control para el cuidado necesario de nuestro corazón.
— La dieta es el factor ambiental que más influye en el perfil de los lípidos y en otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión o la obesidad en niños y adolescentes.
A partir de los 2 años de edad se recomienda una dieta baja en grasas saturadas y colesterol.
— ¿Qué recomendaciones prácticas en cuanto a cereales, harinas y pastas, frutas y verduras, y el café y el alcohol?
— El consumo de vegetales verdes y amarillos y frutas es una buena fuente de vitaminas antioxidantes (D, E, y B-Carotenos) que limitan el depósito de colesterol "malo" en las arterias. Se deben consumir 5 ó más raciones diarias de vegetales y frutas, y de 6 a 11 raciones de cereales y granos. El alcohol y el café no deben estar presentes en una dieta saludable.
— ¿Y sobre la preparación de los alimentos?
— Evitar freír, uso de sal con moderación y evadir alimentos muy dulces. Los hábitos alimentarios se adquieren en la primera infancia.
— ¿Y en cuanto a las tensiones emocionales mantenidas, el estrés?
— Las emociones fuertes, la tristeza y el estrés mantenido predisponen de forma desfavorable a una buena salud cardiovascular, por lo que pueden incrementar el riesgo de infarto del miocardio.
— ¿Qué ejercicios a su juicio podrían ser sistemáticamente compatibles con nuestra vida cotidiana?
— La educación física en la escuela debe realizarse 30 minutos diarios (para niños mayores de 2 años). En general, debemos propiciarnos un estilo de vida más activo, e incrementar la actividad física como hábito: subir escaleras, prescindir de locomoción motorizada en distancias cortas, realizar caminatas, montar bicicleta, nadar...