—¿Los síntomas son similares en todos los casos?
—No necesariamente. Los síntomas generales más frecuentes son palpitaciones, sudoración, temblores y sequedad de boca. Otras manifestaciones como la dificultad para respirar, sensación de ahogamiento, dolor o malestar, o ganas de vomitar, comprometen el pecho. La sensación de mareo, de pérdida de control, el miedo a morir y el entumecimiento, guardan relación con el estado mental.
—¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza?
—Para ello existen tres parámetros fundamentales: criterio de ansiedad; criterio de evitación, huida o escape; y que la sola posibilidad de pensarlo genere síntomas.
—¿La claustrofobia es curable o solo es posible lograr, digamos, un mayor control de los síntomas que origina?
—Es curable solo si se llegan a conocer las causas verdaderas y se trabaja profundamente con el psicoterapeuta. En otros casos, aun cuando la causa no pueda ser precisada, existen formas terapéuticas que logran aliviar el padecimiento.
—Son variados, pero el más efectivo es la psicoterapia directa con el paciente. Otras formas de conseguir el alivio de este trastorno son el tratamiento medicamentoso y técnicas sanadoras como la relajación, la meditación y terapias homeopáticas.
—De acuerdo con su experiencia profesional, ¿qué indicación general daría a las personas que presenten claustrofobia?
—Que acudan en busca de ayuda profesional. La sanidad mental es una necesidad para todos. Decir “no puedo resolverlo solo” es el primer pilar de un tratamiento exitoso. En medio de una crisis yo recomendaría: respirar profundo, relajarse y enviarnos mensajes positivos desde nuestra mente.
—¿Quisiera precisar algo más?
—Muchas personas temen ir a un especialista en salud mental. Piensan que pueden sobreponerse a este mal contando con su propio esfuerzo. A la larga, lo que logran es una pérdida de libertad, terminan limitándose y evitando espacios que pudieran desencadenar los síntomas. No automedicarse y acudir al especialista son mis recomendaciones.
En la universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, recientemente se realizaron estudios comparativos en personas de 70 o más años de edad y fueron cotejados aquellos de peso normal en relación a quienes presentaban sobrepeso corporal (índice de masa corporal entre 25 y 29,9) y obesidad...