En un plazo de una a dos semanas, tiempo suficiente para prepararse, se fija una fecha para detener a tan letal enemigo.
Se deben escribir las razones personales para dejar de fumar y mantener a mano la lista, repasándola cuando se sienta el impulso adictivo.
Justo antes de la fecha señalada para batir al enemigo deshágase de todos sus cigarrillos, fósforos, encendedores y ceniceros.
No luche contra el deseo de fumar. Simplemente sustituya inmediatamente esos pensamientos por otros relacionados con los demoledores perjuicios del cigarro para usted, para su familia y para su bolsillo, así como los beneficios de su eliminación.
Sepárese elegantemente de las amistades fumadoras y por ningún concepto le acepte a nadie ni una bocanada de humo. Podría recaer.
Tiempos de victoria
Los primeros siete u ocho días después de dejar de fumar probablemente serán los más difíciles. Pasado ese tiempo ya se es dueño de la situación.
Durante los primeros meses o años como ex-fumador no beba, porque la bebida puede deprimir la voluntad, pero si recae por otras razones no se sienta fracasado. Analice esos motivos y cómo actuar para no volver a fumar de nuevo.
Fíjese una nueva fecha para dejar el hábito y recuerde, muchos ex fumadores no tuvieron éxito al principio, pero siguieron tratando, hasta obtener el triunfo definitivo.
Cualquiera con ese noble y humano propósito en mente puede alcanzarlo.
*Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente "Dr. Salvador Allende"
Fuente: Cubahora
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