¿Se cura?, indaga el lector. Cuando la exposición a las sustancias que provocaran la coriza cesan, los síntomas disminuyen. De ahí que debe evitarse el contacto con ellas en las personas que tienen predisposición a la afección.
Los antihistamínicos y antinflamatorios esteroideos o no, son muy útiles y también se utilizan descongestionantes nasales para calmar las crisis, pero estos últimos deben ser usados con precaución ya que pueden producir reacciones secundarias. Es importante la orientación del médico sobre este particular.Como expresamos anteriormente, la coriza es una enfermedad muy común y aunque no ofrece consecuencias fatales para la vida, sí constituye un gasto no despreciable de dinero por atenciones médicas, consumo de medicamentos, discapacidad y afectaciones del rendimiento laboral y escolar, entre otros aspectos.
Según estadísticas oficiales de Estados Unidos, cada año unos 25 millones de norteamericanos presentan rinitis estacional, llamada "fiebre del heno".
La doctora Fabré, extendiéndose sobre este tema, destacó la importancia de que cuando se conozca que un niño recién nacido está en riesgo de padecer afecciones alérgicas (por su antecedente familiar de asma, rinitis o dermatitis atópica) sus familiares deben emplear medidas preventivas que pospongan, atenúen o quizás eviten estos padecimientos al bebé.Informó, además que un 15-20% de la población tiene posibilidades de contraer enfermedades alérgicas, y por ello es necesaria la educación sanitaria, evitando el contacto con sustancias irritantes y/o alergizantes, manteniendo libres de polvos los muebles del hogar, así como otros aspectos higiénicos.
Cuando el cerebro realiza una función lo hace a la manera de una orquesta sinfónica donde interactúan varias áreas entre sí. A pesar de que representa solo entre el 1,5 y el 2 por ciento de todo el peso del cuerpo humano, procesa la información sensorial, controla y coordina...