—Las únicas contraindicaciones médicas para acostar a un bebé bocarriba para dormir son las malformaciones craneofaciales, evidencias de obstrucción de la vía aérea superior y el reflujo gastroesofágico.
—¿Hay alguna posición alternativa para que el niño duerma?
—La posición correcta es bocarriba, pues incluso se ha observado que los niños que se acuestan de lado (decúbito lateral) pueden rotar a la posición bocabajo más fácilmente que a la posición bocarriba.
—¿Existen otras causas de muerte inesperada que puedan confundirse o semejar al síndrome que nos ocupa?
—Este síndrome debe diferenciarse de otras causas de muertes inesperadas y súbitas en el lactante que sí están bien definidas. Estamos hablando del maltrato infantil fatal (homicidio), que afortunadamente no es tan frecuente; enfermedades metabólicas, anomalías del sistema nervioso central y algunas cardiopatías.
—¿Y en cuanto a factores de riesgo?
—Son múltiples. Entre otros, te cito alteraciones genéticas, inmadurez neurológica y la posición bocabajo al dormir.
—¿Qué acciones en general considera adoptar que ayuden a reducir el riesgo de muerte súbita infantil atendiendo a todas sus causas?
—Debe evitarse el hábito materno de fumar durante el embarazo y la exposición del lactante al humo del cigarro; no deben dormir sobre superficies blandas; evitar objetos blandos en el lugar donde duerme el niño (muñecos de peluche, almohadas); debe compartir la habitación el primer año de vida pero evitar el colecho (dormir en la cama con el bebé). El uso de pacificadores (teteras) durante el sueño puede reducir el riesgo de muerte súbita, pues disminuye el umbral del despertar, y se producen entonces más despertares durante el sueño.
—Una lectora interesada en el tema me sugirió preguntar: La posición bocarriba para dormir ¿no achata la cabeza del bebé?
—Ciertamente puede contribuir a ello, pero el achatamiento puede evitarse si colocamos al niño bocabajo mientras permanece despierto.
—¿Y qué hacer si llora constantemente en posición bocarriba?
—Ante esta situación debe enseñarse al bebé a dormir bocarriba, comenzando con lapsos breves y aumentándolos de forma gradual.