Las personas que presentan trastornos de la coagulación tienen afectados los componentes de la hemostasia, un mecanismo con que cuenta el ser humano, que pareciera en verdad de ciencia-ficción, para evitar que tengamos hemorragias o trombosis (coágulo) excesivas.
O para decirlo de forma más sencilla aún: es la capacidad que tiene el organismo de hacer que la sangre en estado líquido permanezca en los vasos sanguíneos.
La hemostasia posibilita, precisa la doctora Dunia Castillo González, que la sangre circule libremente por los vasos y cuando uno de los componentes de este sistema se ve dañado, aparece un trastorno hemorrágico. Uno de los “actores principales” de este fascinante sistema de la coagulación de la sangre son las plaquetas.
La doctora Castillo, especialista en segundo grado en Hematología y Máster en Genética Médica, es jefa del Departamento de Hemostasia del Instituto de Hematología e Inmunología del Ministerio de Salud Pública.
En aquellos trastornos donde predominan las hemorragias, indica, estas pueden presentarse en forma de hematomas espontáneos, sangramiento nasal, por las encías, menstruaciones abundantes y prolongadas en días, hemorragias excesivas después de cirugías, extracciones dentarias y después del parto.
La palabra agua proviene del latín aqua. Para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida, incluida la humana, el agua constituye un componente esencial.
De hecho, es un nutriente de mayor importancia por ser fundamental para la existencia terrenal. Aunque no contiene...