El tema es de alta sensibilidad y para incursionar sobre él contamos con la presencia de la doctora Lidia Ortiz Céspedes, especialista en Logopedia y Foniatría del Centro Nacional de Rehabilitación "Julio Díaz", y la licenciada Ileana López Lemus, Máster en Integración de Personas Discapacitadas, de la Escuela Especial para alumnos con trastornos severos en la comunicación y el lenguaje del Cerro, en Ciudad de La Habana, quienes aunaron sus criterios en un verdadero ejercicio interdisciplinario.
—¿El término parálisis cerebral qué trastornos engloba?
— La parálisis cerebral es un trastorno no progresivo del movimiento y la postura debido a la lesión o daño cerebral.
—¿Qué porcentaje de niños padecen alguna forma de estas parálisis y cuáles son los factores principales que las originan?
—De 1,5 a 2% por cada 1000 nacidos vivos. Los factores pueden ser prenatales como retardo en el crecimiento intrauterino, infecciones virales de la mamá, prematuridad o genéticos.
Entre los perinatales (los más frecuentes) encontramos: dificultades en el parto (distocias), problemas respiratorios (anoxias), traumatismos en el parto por mal uso de fórceps.
Los posnatales incluyen deshidratación aguda, anomalías metabólicas, las meningitis, entre otras.
—¿Todas las parálisis cerebrales presentan similares manifestaciones?
—No, las discapacidades motoras comprenden una extrema diversidad, en dependencia de la localización de la lesión .
Pueden ser leves, moderadas o severas. Se manifiestan clínicamente por contracción involuntaria persistente de un músculo o grupo muscular (la denominada espasticidad que es la más frecuente); aumento del tono muscular, temblor, rigidez, incoordinación motora. En ocasiones estas formas clínicas aparecen combinadas.
—¿Pueden incluir también trastornos de la visión, crisis convulsivas y retraso mental?
—Si, aunque en todos los niños no se presentan igual. Además, se pueden asociar trastornos sensoriales, emocionales, psíquicos, intelectuales y lingüísticos conocidos por disartrias (dificultades articulatorias) y anartrias (ausencia de expresión vocal y verbal).