La cocaína es una droga fuertemente estimulante del cerebro. Sus consumidores pueden convertirse en adictos, muy dependientes de su utilización, que puede causarles muy graves complicaciones físicas y mentales.
Actúa como un intenso estimulante artificial. Después de consumida produce euforia, así como una gran sensación de energía y de mente alerta.
Ese efecto, espejismo transitorio, dura relativamente poco, unos 30 o 60 minutos y a veces menos. Tan pronto empieza a desaparecer, el sujeto experimenta ansiedad o marcada depresión y la necesidad de recibir una nueva dosis.
Directo al corazón
En Pisa, Italia, un grupo de investigadores analizaron la salud cardiaca de treinta adictos a la cocaína, todos asintomáticos, con edad promedio de 39 años. La habían utilizado, más o menos, durante 12 años.
En esta investigación publicada en la revista Heart y realizada por primera vez a través de imágenes por resonancia magnética cardiaca, fue evaluada la real posibilidad de daño asintomático del músculo cardíaco.
Se descubrió algún tipo de perjuicio miocárdico en el 83 por ciento del grupo investigado. Existía fibrosis en el 73 por ciento de los adictos, probablemente causado por un infarto cardíaco silente previo o por toxicidad secundaria a la droga.
También se diagnosticó edema en el 47 por ciento y un 37 por ciento presentaban, asociados, la irreversible fibrosis junto con el edema.
En el estudio se demuestra que dicho deterioro, producido por la cocaína, puede ocurrir sin síntomas.
Los grandes problemas del cuerpo y de la mente
Es suficiente el consumo de solo una pequeña cantidad para provocar aumento de la frecuencia de los latidos del corazón y de la respiración, subida de la presión arterial y de la temperatura del cuerpo.
A veces, por lo cotidiano del consumo de algunos alimentos, no nos percatamos de la importancia que tienen para nuestro organismo. Tal es el caso del huevo, excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales que, según estudios, puede retrasar los procesos degenerativos.
Un huevo...