Sonríe el doctor Manuel Paniagua Estévez, Subdirector Docente del Instituto de Gastroenterología, ante mi introducción del tema. Y aclara: valdría la pena decir que los pólipos no son ramificaciones, sino estructuras que surgen en distintas superficies mucosas del organismo, aunque en el tubo digestivo son muy frecuentes y en localizaciones distintas. El colon es el sitio más frecuente, pero pueden verse también en el intestino delgado y en el estómago. Sé que hiperbolizas por "impacto periodístico", pero tú sabes bien que para estos tratamiento no se requieren Hércules de la Medicina, sino médicos a secas y existen métodos de cirugía endoscópica que con sencillos instrumentos eliminan estas formaciones.
—¿Qué son en verdad los pólipos? ¿Tienen una causa común, o diferente, en dependencia de la región u órgano donde se desarrollen?
—Los pólipos son formaciones elevadas que tienen aspecto redondeado, ovalado, arborescente o en forma de dedos. Son debidos a procesos de proliferación celular exagerada, desencadenados por múltiples factores no bien conocidos. Por eso pueden aparecer en cualquier superficie mucosa.
—Los pólipos como lesión aislada no tienen categoría de enfermedad, pero en muchas ocasiones se asocian a otras manifestaciones patológicas del organismo, formando parte de enfermedades específicas, en general por trastornos genéticos.
—¿Una vez que hacen su aparición crecen continuamente, y con qué ritmo, o son capaces de involucionar y desaparecer espontáneamente?
—Crecen con un ritmo lento. Se estima que pueden alcanzar un tamaño de 5 centímetros en un promedio de 5-10 años. A veces desaparecen espontáneamente por destrucción (necrosis) de su base en el intestino cuando llegan a tener gran tamaño.
—¿En general son benignos, o pueden sufrir alguna transformación?
—Inicialmente son benignos, pero dependiendo de su tipo celular tienen un mayor o menor potencial de malignidad. Por tanto, los pólipos no deben desatenderse ni prestárseles poca importancia. Siempre deben ser cuidados y atendidos por el especialista.
—En dependencia de su localización, y con visión necesariamente globalizadora, ¿podría mencionar los signos y síntomas principales?
—Cuando son pequeños no presentan síntomas ni signos físicos de ningún tipo, pero cuando toman gran tamaño sí pueden manifestarse por signos físicos y por síntomas, como, por ejemplo, dolor abdominal en los de localización intestinal; y en ocasiones cuando son de gran tamaño pueden llegar a provocar una oclusión. El otro síntoma más frecuente es el sangramiento, que puede ser visible u oculto, en dependencia de su cuantía.
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