Sin embargo, nadie pondría en duda que los zapatos cumplen una función de protección, y, también, otra no menos importante, estética, en correspondencia con las exigencias de la sociedad de nuestro tiempo.
Atendiendo a los criterios apuntados, para “reforzar el pie” muchos especialistas aconsejan que durante el período preescolar los niños anden descalzos la mayor cantidad de tiempo posible. También es recomendable que cuando anden en bicicleta o suban en escaleras hagan trabajar la punta del pie.
Revisando en estos días estadísticas internacionales, encontré reportes en los que se afirma que uno de cada cinco adultos tiene el pie plano. ¿Es tan frecuente este padecimiento en nuestro medio? ¿Hay formas de prevenirlo o de establecer tratamientos adecuados para la corrección en etapas tempranas de la vida? ¿En verdad progresos de la civilización, como los suelos lisos, resultan inadecuados para que los niños aprendan a caminar correctamente?
El tener los pies planos se puede definir, de manera simplificada, como aquellos en los cuales no se forma arco longitudinal interno y existe una huella plantar plana. En condiciones normales el apoyo del pie no se realiza sobre toda la superficie de la planta, sino que presenta un arco interno que lo eleva en su parte media formando lo que se conoce familiarmente como “puente” o “empeine”.
La doctora Felicia Pérez Duvergel, jefa del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Pediátrico de Centro Habana, comenta que desde siempre se ha considerado el pie plano como una enfermedad o una causa predisponente de enfermedad y que, por tanto, necesita tratamiento.
--Es uno o son varios, doctora, los tipos de pies planos?
--Son varios, y, en dependencia de la causa que los produzcan, pueden ser en uno o en ambos pies. Pueden ser congénitos (desde que el niño nace) o adquiridos (por traumatismos, fracturas, sepsis, por afecciones generalizadas como en la artritis reumatoidea o enfermedades que originan desbalance neuromuscular (en la parálisis cerebral infantil, por ejemplo). De forma práctica se clasifican en grado I, II y III.
--¿Se hereda la predisposición de padecerlos?
--Se plantea que todas las afecciones o deformidades podálicas (de los pies) presentan una causa multifactorial, aunque algunas personas presentan predisposición de padecerlas.
--¿Es posible establecer medidas para la prevención?
--No. La realización de ejercicios (como los de punta de pie y otros) no contribuye a la prevención del pie plano, aunque sí mejora el estado de los músculos posturales del arco longitudinal interno y de todo el pie.