La depresión es un trastorno emocional donde predominan la tristeza y las ideas pesimistas. En la adolescencia, que es una etapa normal pero larga, ocurren eventos muy importantes y hasta contradictorios, como los impulsos y deseos de independencia y, a la vez, la significación e importancia de contar con el amor y la ayuda de los padres. También los relacionados con la sexualidad, el final de los estudios medios y la inserción en la vida laboral, o la continuación de los estudios universitarios. Muchas inquietudes y poca experiencia contribuyen al estrés y, con frecuencia, a estados depresivos de mayor o menor importancia.
Quien así se expresa es una reconocida científica, la Doctora en Ciencias Médicas Elsa Gutiérrez Baró, Profesora Titular y Consultante de Psiquiatría Infanto-Juvenil, Profesora de Mérito y exdirectora de la Clínica del Adolescente.
—¿La depresión en la adolescencia se considera una enfermedad?
—Puede ser una enfermedad o un trastorno situacional pasajero.
—¿Conoce la ciencia las causas principales que la originan?
—Se conoce cómo actúan los neurotransmisores (reguladores de la actividad nerviosa superior) en los trastornos depresivos, pero no todas las depresiones tienen las mismas causas. Lo verdaderamente importante es saber que un adolescente deprimido necesita del apoyo oportuno, sobre todo un oído receptivo dispuesto a escuchar las penas y sufrimientos de quien se siente solo.
—¿Existen factores de riesgo para su aparición?
—Te diría que la autoestima se construye en el seno de una familia amorosa, preocupada y que brinde adecuados ejemplos. Los estados depresivos en los niños y adolescentes ocurren con frecuencia en el seno de una familia disfuncional.
—¿En qué etapa de la adolescencia suele manifestarse?
— Se considera que la adolescencia abarca desde los 10-11 años hasta los 18-20. Las depresiones pueden verse a cualquier edad, aunque son más frecuentes después de la pubertad.