Se considera una tensión arterial dentro de límites normales cuando sus valores están por debajo de 140 milímetros de mercurio la sistólica (alta) y por debajo de 90 la diastólica (baja); y cuando los registros se sitúan por encima de 140/90 se le coloca a la persona "el cartelito" de hipertensa.
Ahora, nuevas investigaciones internacionales, sustentadas en la revisión de los niveles de presión arterial de millones de personas, plantean que los valores de tensión que antes eran considerados entre límites normales altos hoy podrían indicar una prehipertensión.
El abordaje del tema resulta de particular importancia si recordamos que la hipertensión no controlada puede generar enfermedades graves de naturaleza vascular: cardíacas, cerebrales, renales y trastornos visuales severos.
Un estudio del bienio 2008-2009, durante los cuales fallecieron cada año un poco más de 86 000 cubanos, muestra que las tres causas principales del deceso de un 35% de ese total (31 000 personas) fueron las enfermedades del corazón, afecciones cerebrovasculares y diabetes mellitus, todas asociadas a la hipertensión arterial.
Nuestro entrevistado es el Doctor en Ciencias Médicas Jorge P. Alfonzo Guerra, Profesor Titular y Consultante, presidente de la Sociedad Cubana de Nefrología y miembro de la Comisión Nacional Asesora del Programa de Hipertensión del Ministerio de Salud Pública.
—¿Podría precisar cuál es el rango tensional que comprenden estos nuevos criterios para diagnosticar como prehipertensa a una persona?
—La propuesta internacional es: entre 120-139 (la alta) y entre 80-89 (la baja).
—¿Medidas en cuántas ocasiones?
—En tres tomas en días diferentes.
—Abro un paréntesis para un público no especializado: ¿qué es en realidad la tensión arterial?
—Es la fuerza por unidad de área ejercida por la sangre sobre la pared de las arterias. Es una de las constantes fisiológicas más celosamente controladas por el organismo.
—¿Son diferentes los valores tensionales considerados como normales en las diversas etapas de la vida?
—Sí, sobre todo en la infancia, donde existen tablas según la edad, sexo y talla, e incluso variables entre países. En los adultos se incrementan con la edad las cifras de presión arterial.
Los animales, según se afirma en medios científicos, pueden vivir cinco veces el tiempo que demoran en llegar a su estado de máximo desarrollo. Por eso, la capacidad teórica de vida del hombre es de 120 años. Hoy se acepta un límite razonable entre los 120 y 130 años.
Pero lo...