La doctora Coset Ortiz Arrillaga, especialista de primer grado en Dermatología, quien se desempeña en el Hospital Universitario Calixto García, de La Habana, indica que esta afección se denomina así (uno de los significados de "cromo" es "color") por ser causada por un tipo de hongo que produce pigmentos.
—¿Es uno o son varios sus agentes causales?
—Son varios y pertenecen a una familia llamada "hongos dermatiáceos", que se encuentran mayoritariamente en zonas con climas calurosos y en áreas rurales donde prevalecen suelos secos y escasas precipitaciones.
—¿Cuáles son sus vías principales de transmisión?
—Se transmite por inoculación traumática, es decir, por raspones, puyazos o cortadas en la piel de trabajadores y habitantes en el campo que suelen andar descalzos o con calzado descubierto. En la literatura médica se han descrito también casos de diseminación por vía sanguínea.
—¿Se conoce el tiempo promedio de incubación?
—La lesión inicial aparece varios meses después de la inoculación del germen
—¿Hay personas que presentan una mayor susceptibilidad, digamos genética, al padecimiento de la cromomicosis?
—Sí, se ha encontrado que algunas familias tienen una cierta predisposición genética a desarrollar la cromomicosis, si están expuestas a ese microorganismo. En cambio otras personas, que al parecer no tienen ese factor hereditario, no se enferman aunque estén en contacto con esos hongos.
—¿Su incidencia es mundial? Y de paso, si no existieran estadísticas, ¿cuál es su comportamiento en Cuba al menos desde su experiencia clínica?
—La enfermedad se encuentra ampliamente distribuida en el planeta, con mayor frecuencia, como te decía, en zonas tropicales y subtropicales. En América Latina su prevalencia es considerable. En cuanto a Cuba, por experiencia en nuestra práctica clínica, diría que es una dolencia poco frecuente. No obstante, es importante que la población la conozca y, en especial, el personal médico la tenga presente, lo que contribuye decisivamente a realizar un diagnóstico temprano de la enfermedad.
La ira o rabia adopta muchas expresiones. Y así por ejemplo, las actitudes de mala educación frecuentemente son ejemplos de ira.
Esta negativa emoción también puede expresarse como resentimiento, furia o irritabilidad. Y puede tener lamentables consecuencias...