El espacio nos obligó en la consulta médica publicada sobre cáncer de próstata a dejar en el tintero aristas importantes sobre el Antígeno Prostático Específico (PSA, por sus siglas en inglés), prueba que ayuda al diagnóstico de esta enfermedad, por lo que entrevistado y periodista coincidieron en la importancia de dedicarle una columna al tema.
El doctor Jorge González Hernández es el jefe del Grupo Especial de Trabajo de Cáncer de Próstata del Ministerio de Salud Pública, especialista de primer grado en Urología, jefe también del Servicio de Urooncología del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, en esta capital.
—¿Podría señalar a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos del PSA?
—El Antígeno Prostático Específico es el marcador tumoral más importante hasta el momento actual. Sin embargo, el valor diagnóstico, por la circunstancia de que puede ser secretado indistintamente por la célula prostática normal o neoplásica, es algo inespecífico. Diría que es un marcador que nos orienta al diagnóstico, aunque un paciente puede tener un PSA elevado y no tener un cáncer de próstata, o un PSA normal y sí tenerlo.
—¿En qué consiste la prueba de PSA? ¿Cuánto tardan los resultados?
—Es un análisis de sangre y el resultado, como promedio, no debe exceder los siete días.
—¿Cuál es el nivel del PSA detectado en la sangre que se considera dentro de los límites normales?
—Este es un tema controvertido. Internacionalmente se acepta el valor normal de 0 a 4 ng/ml, aunque hoy se emplean otros valores atendiendo a la edad del paciente, y en algunos grupos especializados la tendencia actual es bajar el punto de corte a 2.5 ng/ml.
—¿Con qué periodicidad deben practicarse estos exámenes?
—De manera general se realizan cada tres meses cuando existe un diagnóstico positivo, pero puede ser indicado cada seis meses o al año, según corresponda. Si el resultado es inferior al valor umbral de 4 ng/ml, y el paciente tiene tacto rectal normal, se recomienda entonces no efectuar un nuevo análisis antes del plazo de un año.
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