Sofoco, según definición del diccionario de la lengua española, es una sensación de calor, muchas veces acompañada de sudor y enrojecimiento de la piel, que suele sufrir la mujer en la época del climaterio, etapa que se corresponde con el período en que se establece el fin de la vida reproductiva de la mujer.
La doctora Míriam García Titada, especialista de segundo grado en Ginecología y Obstetricia del Hospital capitalino General Docente "Enrique Cabrera", Máster en Sexualidad, considera que los sofocos, “aunque no son perjudiciales”, constituyen una molestia y pueden hacer que la mujer se sienta avergonzada e incluso “interponerse” en la vida cotidiana.
—¿Conoce la ciencia las causas que originan estos sofocos?
—Hay muchas teorías. Entre ellas la pérdida intermitente del sistema que controla el tamaño de los vasos sanguíneos (vasomotor), el aumento o descenso de determinadas hormonas implicadas en el funcionamiento del aparato reproductor. Otros estudios han demostrado y relacionado que cuanto mayor es el porcentaje de grasa en el cuerpo de una mujer en la menopausia, más posibilidades tiene de sufrir síntomas como sofocos y sudor nocturno.
—¿Aparecen a cualquier hora del día o de la noche?
—Sí, pero tienen preferencia nocturna por lo que a veces se relacionan con el círculo sofocos-insomnio-irritabilidad.
A veces, por lo cotidiano del consumo de algunos alimentos, no nos percatamos de la importancia que tienen para nuestro organismo. Tal es el caso del huevo, excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales que, según estudios, puede retrasar los procesos degenerativos.
Un huevo...